14 junio 2008

Pegame (Y llamame "Sticker")

(No puedo dejar de negar que parte del motivo de este post fue motivado indirectamente por este otro post de esta señorita).

Yo apenas balbuceaba algunas palabras, aunque elegía hablar bien para ocasiones especiales, como la que voy a relatar a continuación.
Corría sin transpirar el caluroso mes de marzo del año 91, y pocas semanas habían pasado de mi segundo aniversario de ser vivo sobre la faz de esta tierra. Todavía recuerdo algunas cosas de aquella época, como el día que me quebré la clavícula por caerme de la cama marinera con tan solo tres años, o el momento en que le discutía al médico que el yeso que cubría mi espalda, mis dos hombros y mi cintura por completo no me lo iban a sacar, ya que yo lo había adoptado como mi mochila. También recuerdo sin querer engañarlos el reflejo del sol a las cinco de la tarde sobre una de las medianeras del parque, que anunciaba con alegría la hora en que mi mamá nos servía la leche a mí y a mis tres hermanas mayores.
Pero hay un hecho, unas de esas anécdotas divertidas que son recordadas y relatadas por algún integrante de la familia en cada Navidad o en cada cumpleaños. Con un poco de suerte, nadie la repite para Año Nuevo. Quizás para que sea perpetuada, quizás para garantizar que nadie la olvide y que puedan afirmar cosas como que soy maldito desde pequeño:
Un repentino ruido y un grito nos había sorprendido a mí mamá y a mí, que estábamos merendando en la cocina y mirando algún dibujito animado. El suspiro de dolor sordo provenía del final del corredor, apenas unos minutos después de que mi papá anunciara que iba a tomar una ducha reparadora después de muchas horas de arduo trabajo en el local de quesos y comestibles artesanales que poseía por aquel entonces.
Mi madre llegó corriendo agitada y abrió la puerta del baño, pensando quizás que iba a convertirse en viuda a los cuarenta años y con cuatro pequeños niños a quien debería críar sola. Yo pasé por debajo de su brazo extendido que aún se posaba en el picaporte y me introduje en el habitáculo, viendo quizás por última vez con vida a mi padre, quien apenas respiraba entre el susto y el golpe que le produjo la caída. Sin embargo,y para sorpresa de los dos espectadores, mi progenitor sólo se encontraba maldiciendo bajito, en pelotas enrollado con la cortina de la bañera y, tal vez, improvisando un exótico baile de caño pero acostado. Un espectáculo para toda la familia.
Cuenta la leyenda que me quité la mamadera de mi boca, y con perfecta claridad pregunté al mamut que yacía en el piso: "¿Te caizzzte, pelotudo?". Cuenta también la leyenda, que automáticamente huí de la escena del crimen verbal, y que mi mamá bajó ambas tapas del hinodoro para sentarse, cagándose de la risa.
Aparentemente a mi papá la pregunta le causó menos gracia que escuchar una partida de ajedréz por Radio Rivadavia, y no le tomó más de dos segundos decodificar mi inocente pregunta, levantarse del piso caliente como quien sale del subte a las diez de la mañana luego de haber propinado alguna que otra apoyadita.
Ya sus puteadas habían dejado de ser genéricas, al aire, sino que recaían directamente sobre mi tierna persona que luchaba por correr por el pasillo para no ser apresada y recibir, al menos, una felicitación por el oportunismo.
Mi papá se cayó ese día y pudo levantarse con mucha velocidad. Mi papá se cayó muchas veces y muchas más veces se levantó, algunas le tomaron más tiempo y en otras pudo levantarse solito, con todo el peso de la mochila encima. Y es un orgullo para mí que así sea, aunque en muchas oportunidades me cueste reconocerlo. Feliz Día, Gordo Motoneta. Te quiero.

14 comentarios:

Ari dijo...

Cuando Arianita tenía la misma edad que vos cuando le decías pelotudo a tu santo padre (pero 5 años antes que vos lo hicieras)se pasó 20 minutos mirando un caracol, acercando y alejando el dedo sin tocarlo al ritmo de "do toco, no do toco, do toco, no do toco...". Resulta que en un momento de descuido, inevitablemente "do tocó" y dijo bien clarito, mientras el pobre bicho retraía asustado un cuernito: "puta paió, me picó el cadacol".

Conclusión: Los chicos aprenden rápido a putear.

S.- dijo...

JAJAJ
me da mucha gracia como narras anecdotas
tengo sueño
chau

Akasha! dijo...

feliz dia, de mi parte tambien, gordo motoneta! :)

ccccc dijo...

los papas son lo mas! jaja :), espero que tu super pa alla pasado un dia geniaaal chulii.

Anónimo dijo...

Feliz día para JUAN EL SODERO.... QUE DICE SER TU PADRE :p

JAJAJ :)

bESOS.

Gisela Ange dijo...

jajaja... muy buen relato!!! Me gustó mucho tu conclusión. Ojalá tu papá te haya leído.

Un beso.

Cecilia Díaz dijo...

Muy lindo!! se me pianta un lagrimón!

pero me parece q se hereda eso de caerse, vos de una cama marinera, pelotudo!! jaja

Muy tierno, muy lindo, me reí mucho, que bueno que vuelvas!

Besote!

tontacaperusa dijo...

Aguanten los días de algún-título-familiar aunque sean comerciales y eso. Aunque to no tengo a mi papá hoy, feliz día para él dónde quiera que esté.

En cuanto a la anécdota, demás está el calificativo de "graciosa"; además de sacarme una amplia sonrisa y enternecerme, me pareció una escena digna de Homero y Bart.

Un besito Julián.

Eloise dijo...

Me suena esa anécdota en una charla que incluía también otras insolencias infantiles, renos, besos de la bella durmiente con su príncipe, y obviamente, polvo de hadas.

Estrambótica dijo...

jajjajaajjaaj imposuble menos gracioso, lo del caño fantástico jaja.

besos chulían :D

Anastasia R. dijo...

Por dios! Pobre tu papá.. aunque si hubiera presenciado eso.. probablemente hubiera reaccionado como tu mamá.. jajajaaj..

besos..

Maggie dijo...

Querido, gracias por molestarte y pasar por mi blog!
Estuve toda la tarde intentando comentar este post y me rebotaba... creo que mi pc está entrando en la edad de los gerontes...
Yo puedo aportar a la historia una pequeña perlita. De pequeña viví en el exterior, más precisamente en Suiza, y cuando me filmaban para mandarles imágenes a mi familia me la pasaba diciendo (a los dos años): "Estamos bien, tenemos mucha cacilidad..." (SIC)
Saludos señor, nos estaremos encontrando virtualmente...

Maggie
deberiadarmeverguenza.blogspot.com

Osvaldo el Colectivero dijo...

Me tome el trabajo de leer alguno de tus post y son de verdad interesantes, pero preparate para escuchar la otra voz.


saludos

ova el colectivero

unpasitomas.blogspot.com

JuliChic dijo...

uuhhh pobre viejo!!!