24 diciembre 2007

Lo necesitaba

Hacernos creer en Papá Noel es sin dudas alimentar otro monstruo mentiroso como el Ratón Perez, los Reyes Magos y la virginidad de Wanda Nara. Particularmente las fiestas las disfruto, pero a mi manera. Lejos de cualquier caracter religioso, pero sí como un momento de disfrute, de reunión y de goze.
Ayer tuve la suerte de ir por 18º vez de ver a Dancing Mood en Niceto. Y fue una fiesta. Fue una catarsis de cuerpo y alma donde todos bailábamos a nuestro ritmo. Sin importar edad, color, si tenías dreadlocks, si fuiste mal vestido, o si tenés goteras en tu casa. Grupos como Bersuit te invitan a saltar, Catupecu a golpearte contra algo, Los Piojos a cantar, Dancing te invita a sacarte la ropa y ser feliz hasta que te desmayes y no puedas más de felicidad. Y no, créanme si les digo que no fumé nada.
Ahí todo el mundo bailaba, saltaba, gritaba, lloraba. Se sacaban las remeras y las agitaban por el aire. Esas son las fiestas para mí. Ese momento en el que nada importa y uno, simplemente, se limita a ser feliz con lo que tiene a mano y se dispone a disfrutar con toda su alma de ese momento. Eso era lo que estaba necesitando. Necesitaba bailar tres horas y cuarto en mi mundo, rídiculo, feliz y con el torso pálido desnudo. Necesitaba cerrar el año de esta manera. Necesitaba ver otra vez a Dancing Mood en Niceto.

22 diciembre 2007

Como irse de un bar sin pagar II (El método)

Hay que tener en cuenta varios aspectos a la hora de elegir irnos de un bar sin dejar el billete correspondiente.
-No lo hagan siempre en el mismo lugar.
-No hagan correr la bola de que en tal lugar es seguro que se van ebrios y de arriba, es factible que no les salga.
-Busquen irse cuando el camarero está a pleno, o se fue al baño o a la cocina.
-Váyanse con actitud de "Ya pagamos". Mirar mucho hacia la barra denota que algo están ocultando.
-Si se van a ir sin garpar, que sea por una causa noble. Ejemplo: El lugar estaba lleno de minas histéricas o que están lejos de vuestro alcance o Este lugar es una garcha y es caro al pedo.

Mis años de camarero me han enseñado las falencias del oficio y llevaba meses planeando el gran golpe. Para la época que esto sucedió mi sueldo era menor a los trescientos y pico de pé por mes. Imaginen que si salía viernes y sabados durante un mes, a un promedio de sesenta mangos por noche el saldo total me daba cuatrocientos ochenta mangos solamente invertidos en chupi. No era negocio y tampoco estaba en condiciones de negarme a disfrutar de las maravillas que la noche puede ofrecerme. Por más que actualemente el noventa por ciento de las veces salimos con mi coequiper y es tan poca la fé que nos tenemos que ni nos calentamos en encarar minas. Somos triste, sí, pero no pretendemos parecer lo contrario. (Algún día esas turras que fuman y nos miran mientras bailan solas en un rincón van a venir hacia nuestra mesa, lo sé)(No, no va a pasar nunca pero tampoco perdemos las esperanzas)(La esperanza, como siempre digo, es solamente una zamba)(Ok, le aflojo a los paréntesis y sigo con los tips para irse sin garpar).
Era una noche de invierno con Antonela y su fiel caballero. Abstemios ambos, y desinteresados en acerme compañía en la borrachera. La primer cerveza la pasé como agua, pero esa la pagué ya que el camarero fue lo primero que solicitó. Luego un Gancia batido, trago maraca si los hay, pero que me gusta. Depués otra cerveza y un "Te pago todo junto en la barra, ¿dale?". Minutos más tarde otro gancia batido y ya me sentía el amigo gay. Dos hombres y una mina en la misma mesa, evidentemente el papel de puto no me jugaba a favor ya que ninguna dama se me acercó ni siquiera para contarme lo ridículo que me veía. "Una chervechita más y nos vamos", arengaba yo para acabar la noche y pedir otra Gancia.
El momento clave fue pararme de la mesa. Estaba en ese dulce punto entre las ganas de vomitar y menear la cabeza al ritmo de cualquier canción de Gloria Gaynor. Firme frente a la barra, -Sí, lo tuyo son tres Gancias y tres Stella Artois... setenta y cinco pesos. -No, mirá, tomé una sola cerveza que te la pagué y te vengo sí a pagar un Gancia, dije seguro mientras Anto me miraba con cara de "No podes". -¿Estás seguro?, acá no lo tengo anotado respondió el barman. -Mirá, flaco, ya te pagué todo y ni siquiera me dieron el ticket por la compra, cosa que deberían hacer por ley, dije casi a los gritos. Era importante que se sienta intimidado y opte por darme la razón antes que pasar vergüenza delante de la clientela. Soy especialista en hacer ese tipo de cosas.
Meses más tarde le pedi a Anto que se afane la Bola 8 del Pool. La tengo en una estantería de mi cuarto.

Lo del Miércoles.
Lo del miércoles fue algo especial, algo personal. Luego de confirmar que PB no es de nuestro tárget y lejos estamos de alcanzar las damas que ahí frecuentan, optamos por vengarnos.
Una vez concluído el show, las perras que nos rodeaban se acercaron a saludar a los miembros de la banda. Nosotros, en cambio que para ese sitio somos pobres y casi indigentes, nos quedamos sentaditos relojeando culos. El malón de minas se dirigía hacia la puerta y cruzar una simple mirada nos bastó a para decodificar lo que ambos estábamos pensando -Agarro el stéreo, paso por el baño y te veo en la camioneta, dijo Tin mientras se paraba y divisaba a un séquito de hembras que salían como manada desesperada. Dale, dale, yo me termino la birra, el pucho y salgo, contesté yo. Claro, si iba a tomar gratis, mínimo tenía que terminar los dos vasos que le quedaban a la rubia de culo frío, o botella, como prefieran llamarla.
En serio, háganlo sólo cuando la ocasión lo merezca, no sean ratas, no lo hagan a menudo y tengan en cuenta que quizás pueda salir mal. A mí todavía no me pasa, no obstante siempre tengo un speach preparado y la billetera afilada por las dudas.

21 diciembre 2007

Como salir de un bar sin pagar

[Mail que me envió Tin el jueves, día después de la hazaña]

Me encontraba yo en un bar de la ribera con Don Julián Esteban, mi coequiper noctambulo....

Viendo y/o escuchando una banda de reaggae, vale aclarar que aunque no me gusta el estilo, estuvo bueno. Decidimos, después de 20 minútos de espera a la camarera, tomarnos unas birritas, como siempre a mime gustan las morochas y a Don J.E. las rubias.....solo como detalle estaba el lugar lleno de ellas, con sus respectivas bocas tomándoselas.

Bueno, no nos vayamos del tema, todo muy lindo, Marley de aca, olor a faso de allá y demases nos tomamos las bebidas antes mencionadas y como al borracho no le alcanzó tuvo que pedirse OTRA rubia....para este momento nos hablábamos por celular, aclaro que escribiendo por el mismo y pasándolo de mano en mano......triste.....

Llegando al fin del cuasi recital, mi compadre y yo nos cruzamos miradas y dijimos vamos!, pero claro, había un problema, NO HABIAMOS PAGADO!, en este caso señoras y señores, cuando uno está a fin de mes uno no puede mas que aprobechar la situación, de seguir al malón y salir del lugar!

Concretamente y en sistesis, nos tomamos sus birras, vimos el show y les usamos el baño GRATIS!

Dejenme decirles que en este momento el dicho no es billetera mata galan, ni actitud mata talento.......

'billetera+talento matan actitud+galan'

12 diciembre 2007

Sí, podemos

Si Cristina puede. Si Nestor, Eduardo, Ramón, Adolfo, Fernando, Carlos, Raul y otros tantos pudieron, ¿Por qué yo no?. Como por ahora me es medio imposible, y tampoco me interesa en realidad, les propongo un juego.
Juguemos a que en este caso el nuevo Presidente es Chulian y tiene que presentarles a a los nuevos Gobernadores, Ministros, y demases funcionarios. Los invito a participar en los comentarios, agregando ustedes sus candidatos y los motivos por los que creen son aptos para el cargo. También les dejo que me afanen la idea y los que tienen Blog o Fotolog, lo hagan en su sitio.

Ministerios.
Ministro de Cultura, el Pity Alvarez. Se lo merece por ser sumamente culto.
Ministra de Salud a Nacha Guevara. Se lo merece por su excelente estado físico sin necesidad de operarse. Ocupa el cargo vacante dejado por el Dr. Sokolinsky luego de su partida.
Ministros de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a Huberto Roviralta y el marido de Adriana Aguirre. Se lo merecen porque sí que saben lo que es laburar de sol a sol por un sueldo miserable.
Ministra de Educación a Silvia Süller. Se lo merece aunque si bien terminó el colegio, lo disimula re bien.
Los Ministros de Defensa serían dos: el turco Samid, que se lo merece por pegarle a Mauro Viale y Roberto Giordano, por promover la paz.
Ministro de Justicia, Seguridad y DD.HH a Baby Etchecopar. Se lo merece por ser un tipo con la cabeza abierta, muy justo, solidario y con mucha consciencia social.
Ministros del Interior, el Bambino Veira y Marcelo Polino. Se lo merecen porque cuando hablamos DEL INTERIOR, ellos saben lo que hacen.
Ministro de Fumata, Drogadicción, Alucinógenos y Flashes, el Pitufo Enrique.
Ministra de Glamour y Banquetes, la Sra. Levon Kennedy
Ministro de Relaciones Exteriores, algún Asambleista de Gualeguaychú.
Jefes de Gabinete, Silvio Soldán y Pratto Murphy. Capaces, honestos y ordenados. Van a mantenerse siempre fieles y del lado de la ley.

Gobernaciones.
Para todo el Norte Argentino, va el Presidente de Carrefour.
Para el Centro, Javier Mascherano que es el mejor cinco de la Selección.
Para el Sur, el Sr. Oggi Junco. Pero bien al Sur, al Surísimo si es que esa palabra existe.
Buenos Aires y la Capital Federal, en cambio, quedarían regaladas a Amalita Lacroze de Fortabat y Mariano Grondona, respectivamente, por su aporte constante al bien común de la sociedad.

Otros.
Agregado cultural, el cantante de Los Sultanes.
Consul, Marley y sus benditos viajes por el universo. Su presupuesto será más acotado y sólo obtendrá pasajes de ida. Al salir, la reentrada al país le será denegada, las fronteras le estarán cerradas y su lugar será ocupado por Nicolas Repetto que luego tendrá que salir y tampoco podrá volver. El siguiente turno será de Marcelo Tinelli. De esta manera, nos vamos a liberar de más de un muerto.

Medidas.
El mayor ingreso no vendría de la mano de exportación de soja sino de la producción excesiva de carne sin cerebro para el consumo masculino. Todo el Staff de Bailando, Patinando, Cantando, y todas las mogolicadas que hacen por un sueño ocuparían el primer container con destino a Somalía. Las divisas recibidas quizás no vayan a ser las más amplias, no obstante nos deja el campo libre para CULTIVAR seriamente este bello país.

Vótenme... va a estar buena la Argentina

10 diciembre 2007

Medio pelotudo

Venía desde el jueves paséandome por Buenos Aires entre cervecitas en bares alemanes, heladerías de prestigio, río con amigos, conciértos de ópera al aire libre, recital de Los Decadentes, otro bar en el río y una escalada técnica a las cinco de la mañana en un Mcdonalds. (Envídienme todos los que estén preparando finales o no salen porque sus novios o novias no los dejan).
El domingo había arrancado fenómeno, pese a haber dormido algo así como tres horas y sentir que el hígado regeneraba células muertas aniquiladas la noche anterior gracias a la cerveza y otras bebidas "shpirituosas". Llevaba las gafas puestas para tapar la cara de muerto, la mochila repleta de cosas y a punto de parir un toallón, el traje de baño y otras pelotudeces que suelo cargar encima, junto con Tin eran los compañeros de viaje a la cita ineludible en la casa de nuestra amiga italoargentina.
Luego de recibir un codazo en el pómulo por parte de Nacho y de terminar de comer llegó la sobremesa acompañada por un poco de música y empezaron las cargoseadas de siempre para arrojarme a la pileta. Esto no solo generó mi descontento y mal humor, sino que además provocó un golpe de mi pierna contra el borde de una mesa corrida para la ocasión.
El solcito ya me estaba fajando mi panza por demás blanca y haciendo que el asado dentro de mi estómago permanezca más caliente que cuando lo comí. Fue así que luego de descansar un poco a la sombra para evitar inconvenientes digestivos, decidí arrojarme a la pileta al grito de "¡Ryan!" mientras contoneaba la cabeza de lado a lado, en Honor a la película que supo deleitarnos con su violencia innecesaria. Pero claro, un error de cálculo hizo que aterrize de rodillas contra el fondo del gigante recipiente de concreto, generando el tercer machucón en lo que iba de la tarde.
El cuarto golpe fue completo. Yo quería hacer la vertical como Nadia Comaneci. Puesto que nunca pude hacerlo fuera del agua (ni en mis épocas más atléticas) intenté hacerlo en la zona profunda del pozo ciego ese celeste y con líquido. La debilidad en un brazo hizo que mis huesos craneales impacten con el fondo de cemento y que por acto reflejo aspire con esta bella nariz que Dios me dió, aproximadamente, setenta mil litros de agua. No obstante, ni el dolor de cabeza, ni los mocos líquidos colgando, ni el agua que luchaba por salir de mi encéfalo, ni sentir que mi cerebro había sido cruelmente reemplazado por todos los animalejos que habitaban en las profundidades podían impedir que me arroje otra vez para jugar en equipos a la pelota.
Mi huevo derecho y mi fiel amigo fueron el blanco perfecto de un bochazo de Nacho que me dejó fuera de combate por lo que quedaba del domingo. Ya eran las ocho de la noche y decidí sentarme en la escalera y ser víctima de un pisotón de Marina. Pero no fue un pisotón cualquiera, eh. Fue un pisotón de esos que te estrujan los deditos, te los aprietan, te los comprimen y raspan contra el suelo de hormigón de la laguna encantada. Fue de esos pisotones hijos de puta que valen el triple de todos los martirios y tormentos sufridos antes. Era mejor salir de ahí antes de que las demostraciones de cariño de mis amigos sean cada vez más fuertes y acaben por arruinar lo poco que me quedaba sano.
Odio los golpes y sin dudas la tardenoche me había propiciado unos cuantos. Eran como las nueve de la noche y partimos de la casa de Dani. Algunos cansados, con rostros y hombros colorados como un esquimal pasando un veranito en las Bahamas. Yo en cambio caminaba casi rengueando, molesto y con medio par de huevos lesionados.

02 diciembre 2007

Bicho de ciudad

El calor, la humedad, el olor a culo, a chivo y la cumbia al palo proveniente de un celular modernoso, eran los protagonistas de ese viaje en tren con rumbo a Retiro. La enorme cantidad de personas, sus axilas al aire emanando aromas sumamente desagradables y los llantos de los bebés casi desnudos habían transformado mi buen humor en una suerte de ganas de matar. O de robar un auto, ya que me es imposible adquirir uno por vías legales.
A medida que las estaciones pasaban, los pendejos se cagaban, las madres gritaban a los pendejos, los pendejos les gritaban a las madres y mi tolerancia, esperádamente, descendía.
La estación de Beccar había llegado y una dama jóven se paró a nuestro lado. La dama comenzó a cantar a los gritos una parte de una canción del rosarino más puto después de Rodrigo: Fito Paez. -No seas jodida. Si es feliz cantando a los gritos que lo haga, le dije a mi hermana luego de su primer chiste acerca del freak show. La dama cantaba mal, pero se la veía feliz y contenta. Escucharla no era precisamente una hemorragia de placer. Más bien era como estar escuchando a un coro de jóvenes ováricas pariendo un grito desgarrador dirigido por Ricky Maravilla y el acompañamiento vocal del cantante de algún grupo bailantero de moda.
Los chistes aumentaron en la medida que la dama se esmeraba en ahuyar y pese a mi postura inicial de no juzgarla ni reirme, todo eso había cambiado cuando me dí cuenta que repetía la misma estrofa de la canción. Mi hermana debió descendar en Olivos para arribar a su trabajo. Nos despedimos, quedamos en ir a cenar juntos durante la semana y cuando me disponía a ponerme los auriculares y ser un autista, la vi. La hija de puta, tercera en la dinastía familiar, se había ubicado en el anden, a la altura de la ventana que me separaba del mundo exterior. Miró a la dama y rapidamente sacó un encendedor de su cartera. Lo encendió y con su característica cara de póker comenzó a moverlo de lado a lado, como si fuera un recital Sandro. El resto de los oportunos compañeros de viaje sonrió, la cantante bajó en la estación siguiente y la carcajada a mí me duró hasta esta mañana.
En esa misma estación, Belgrano, si es que mal no recuerdo, subió otro hombre. Digno de una lánguidez de conde drácula, con los ojos saltones tipo Enzo Francescoli y muy mal aliento se paró a unos metros de distancia. Abrió el libro escrito en francés que estaba entre sus manos y comenzó a leerlo en voz alta, con alegría y enfásis. Para que nadie quede sin escuchar un francés sumamente mal hablado, intercalado con inglés y algunos silbidos anunciados: "And there was also a little bird" fiúfiúfiú piópiópió. Esto es el cotolengo, pensé saliendo de Retiro.
Ya en la calle apagué el recién encendido cigarrillo aplástandolo contra el asfalto cuidando de no prenderme fuego los cordones de la zapatilla. Subí al 7 con destino a Avenida Independencia y otra orda de locos sueltos hizo su gracia arriba y abajo del colectivo, pero me preocupa seguir escribiendo acerca de esas cosas.
Ahora no sé que creer. Cada vez veo más gente hablando sóla en la calle, discutiendo con fantasmas o manteniendo conversaciones con el aire. Quizás la ciudad con su ritmo acelerado y su cemento chupasangre enloqueció a la gente. Quizás el loco soy yo y todavía no me dí cuenta.

30 noviembre 2007

Consejos

Si pudiera ofrecerles un solo consejo para el futuro, sería el uso del filtro solar. Sus beneficios a largo plazo se han demostrado científicamente, El resto de mis consejos están basados sólo en mi propia experiencia. Se los daré ahora.

Disfruta del poder y la belleza de tu juventud. No importa…

Nunca entenderás el poder de la belleza de tu juventud hasta que se haya ido. Pero creeme, en 20 años verás atrás a través de las fotos y comprenderás de una forma que no puedes hacerlo ahora cuantas posibilidades se te abrieron y lo fabuloso que te veías. No estás tan gordo como piensas.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate, pero debes saber que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de algebra mientras masticas goma de mascar. Los problemas que realmente son importantes en tu vida nunca pasarán por tu mente, sólo aquellos que no se te ocurrirían a las 4 de la tarde de un martes sin nada que hacer.

Haz todos los días algo que te asuste. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás . No toleres a aquellos que juegan con tus sentimientos.

Relájate. No pierdas tu tiempo en celos. A veces ganarás, a veces perderás. La carrera es larga y al final tienes que contar contigo mismo.

Recuerda los halagos que recibes. Olvida los insultos. Guarda tus viejas cartas de amor. Deshazte de tus viejos estados de cuenta bancarios. Estírate.

No te sientas culpable si no sabes que hacer con tu vida. Las personas más interesantes que he conocido, no sabían a los 22 que hacer con sus vidas. Algunas de las personas más interesantes de 40 años que conozco aún no saben que hacer.

Consume bastante calcio. Se amable con tus rodillas. Sentirás su falta cuando no te funcionen más.

Tal vez te casarás, tal vez no. Tal vez tendrás hijos, tal vez no.
Tal vez te divorcies a los 40.
Tal vez bailes el vals en tu 75 aniversario de bodas.
No importa lo que hagas, no te enorgullezcas demasiado, ni te critiques tanto. Tus opciones tienen 50% de ser acertadas, como la de todos los demás.

Disfruta tu cuerpo.
Usalo de todas las formas que puedas.
No temas lo que otras personas piensen.
Es el más grande instrumento que tendrás jamas.

Baila, Aún si el único lugar que tengas para hacerlo sea en tu cuarto.

Lee todas las indicaciones, aún si no las sigues. No leas revistas de belleza. Sólo te harán sentir feo.

Entiende a tus padres. No sabes la falta que te harán cuando ya no estén. Se amable con tus hermanos. Ellos son tu mejor enlace con tu pasado, y las personas que más estarán contigo en el futuro. Entiende que los amigos van y vienen, pero hay un puñado de ellos que debes cuidar con cariño.

Trabaja duro para superar los obstáculos geográficos y los de la vida, porque cuando más viejo te pongas, más necesitarás a las personas que conociste en tu juventud.

Vive en la ciudad alguna vez.
Pero múdate antes que te vuelvas muy duro.

Vive en el campo alguna vez.
Pero múdate antes que te vuelvas muy suave.

Viaja.

Acepta que hay ciertas verdades eternas. Los precios van a subir, los políticos son deshonestos, y tú también vas a envejecer. Y cuando haya sucedido, vas a fantasear que cuando eras joven, los precios eran razonables, los políticos eran nobles y los niños respetaban a sus mayores. Respeta a tus mayores.

No esperes que alguien te ayude. Tal vez recibas una herencia. Tal vez tengas un esposo rico. Pero nunca sabrás cuando puede desaparecer.

No arruines mucho tu cabello, o con el tiempo cuando tengas 40, parecerás de 85.

Se cuidadoso con los consejos que recibes. Pero se paciente con los que te los dan. Aconsejar es una forma de nostalgia. Darlos es una manera de pescar el pasado, limpiarlo, esconder las partes feas y reciclarlo por un precio mayor del que vale.

Pero confía en mí en lo del protector solar….


Arrancadas semanales

Viernes:
Al medio día almorzamos con mi hermana y mi coequiper. Luego a la noche salimos con la people de la facultad y mi amigo Tin.

Sábado:
Firma de libretas en la facultad. La tarde pasó rápido haciendo una puta monografía y la noche se vistió de gala en el cumple de Pato.

Domingo:
Espectacular tarde en el río con Tin. A la vuelta una compañera de la facu me había dejado una seguidilla de mensajes pidiendo que me ponga las pilas con una monografía. Sospecho que en mi ausencia se acordó de la concha de mi mamá.

Lunes:
Tenía más hambre que el chavo del ocho. Tenía tiempo para ir a comer tranquilo luego de haber cobrado el maldito cheque. Elias fue mi compañero de andanzas.
Por la noche, jugamos a las escondidas en la UBA. Un compañero aterrizó sobre mi mochila, el único problema es que me reventó la cindor que había en ella y arruinó unas cosas importantes. Rendimos la última materia de este bendito cuatrimestre.

Martes:
Absorbido por la urbe, el encierro, el cemento, la humedad, el olor a culo de vieja, el ruido a teclado, a grito desesperado, a verano, decidí partir hacia algo de naturaleza. Jorge, me voy... vuelvo en un rato, le dije a mi jefe. La plaza de mi infancia fue testigo de mi cambio físico y mental. Recuerdo que los jueves mi mamá me llevaba a esa plaza y me contaba algún cuento hasta que después "me puse grande" y dejamos de compartir ese tipo de cosas juntos. Un nene de no más de tres años jugaba a arrojar barquitos de papel a la fuente en la que alguna vez supe caerme para confirmar que de chico era un pelotudo.

Miércoles:
Almorzamos con las chicas y festejamos el cumple de Flor. Después corrí comprando regalos para mi hermana (un vestido y una bolsa repleta de chocolates). A la vuelta de su hogar, pregunté al taxista el nombre de la calle por la que nos dirigíamos: Gascón se llama esta, respondió. Se ve que le han puesto como la diputada, contesté yo claramente haciendo alusión al personaje de Tortonese. El taxista se tomó algunos segundos y respondió que quizás sí, ya que la diputada Gascón había sido buena y se merecía una calle. Cuarenta minutos más tarde y ya en mi hogar pude soltar la risa atragantada desde Palermo. Punto para mí.

Jueves:
Se va terminando el año y la semana. El último disco de Bersuit me parece una académica garcha. Gustavo, Juan, Osky, Carlos, Cóndor, Albertito, Daniel, Pepe... tienen un fan menos. Más allá de eso, una sabia palabra me hizo darme cuenta que todo lo que depende EXCLUSIVAMENTE DE MI (Laburo, amistades, facultad, hermanas...) marcha a la perfección. No tengo más que sentirme orgulloso.

23 noviembre 2007

Caminando por un cheque

La noticia chocó mis oídos y un reflejo de dulzura y riqueza inundó mi corazón: el momento de cobrar el reparto del ABL había llegado.
Cargué la mochila con las cosas para dar las clases que debía dar por la tarde. Puse biromes demás y una bolsa con caramelos para convidarles a mis alumnos y partí momentos antes de las diez de la mañana. Iba a ser un día largo.
Llegué al edificio correspondiente al Municipio donde laburo y luego de una larga espera, un empleado con menos onda que flequillo de chino se encargó de quitarme las ganas: "No, mirá, el cheque lo tenés que ir a buscar a Niñez, ya que vos trabajás allá". Ok, no es tan malo que me dijeran eso después de esperar media hora que un orco de dimensiones geográficas termine su café y su habitual cigarrillo para darme la buena nueva.
Arribé a mi habitual lugar de trabajo y la recepcionista de la mañana fue quien siguió opacándome el día: "No, Ju, acá no está. Tenés que irte a Acción Social que los tienen ellos. Perate que llamo y te confirmo". Amablemente la voz del otro lado del tubo respondió que sí, que efectivamente el pasaporte de la felicidad, o cheque, como prefieran, se encontraba en ese despacho.
Minutos más tarde, la siempre clásica empleada pública, sus ojos mal delineados, su boca con migas de medialuna recién deglutida, sus uñas mal pintadas y su falta de predisposición dijo no saber de qué le estaba hablando, pero me envió al segundo piso donde "Capaz que ahí te dan bola...¿Un reclamo era lo que tenías que hacer?". No respondí y subí los escalones pensando que me equivoqué de vocación, de empleo y de carrera. En mi próxima vida quiero ser asesino serial.
Otro piso más. Otro empleado imbécil. Otro idiota con cargo. Otro parásito al mando. Otro forro que no se molestó en orientarme, pero sí pudo decirme que el cheque ESTABA, hasta hacía algunos minutos antes de que yo llegara, y que una señora se los había llevado a otra secretaría municipal.
La última escala de este viaje de cabotaje donde el transporte fueron ni más ni menos que mis dos piernas, no iba a ser distinta a las anteriores. Otro rato esperando, otro rato explicando, y otra vez la respuesta: "Sí, acá los tenemos, pero falta que lo firme la autoridad para que puedas ir a cobrarlo. Venite en una hora, hora y media que ya va estar". Me cago en la burocracia, susurré bajito para que no me escuchen. Esperar el autógrafo de la autoridad competente me era inútil, pues para esa hora ya era imposible pasar por ventanilla a retirar lo que me correspondía.
Y así me fui. Una ciudad deboraba a cada paso a este autista con auriculares puestos que escuchando su música disfruta de ver las raras imágenes de una Avenida en horario pico. Y así me fui, a llorar mi pobreza. Me sentía sucio, chivado, con ganas de mear verde. Mirar la billetera por demás flaca era como ver mis sueños de fin de semana de lujuria desplomados por falta de una firma. El Tren de la Costa fue testigo de mi desazón y mi pobreza. Luego Burguer King de Unicenter se encargó de alimentar mi estómago y calmar mis ánimos de prenderles fuego los pelos de la cajeta a todas las cerdas que me hicieron el medio día imposible.
Ya vengarme de toda la lacra municipal no me interesa...sé lo que quiero para mi próxima reencarnación.
Me conecté al Msn por la mañana.

ëlias dice:
(L) ?
chulian dice:
hoda codazón
ëlias dice:
te das cuenta que te saludo como a mi novia, no?
chulian dice:
cada día que pasa me acerca más a pensarlo como posibilidad

18 noviembre 2007

Anticipo

Jamás, en el año y pico que lleva de vida este blog conté alguna historia romántica. Al menos, ninguna que me sea propia. Algunos de ustedes ya saben de que les estoy hablando, ya que les mostré los adelantos.
Va a estar buena, lo prometo. También sé que va a ser el fin de mi cordura mental y que una vez que sea pública me van a dar ganas de esconderme abajo de la tierra. Nada tengo que perder, sépanlo.
Entre el día lunes y el viernes sale la primera parte, estén atentos.
Les dejo un pequeño anticipo:
"(...)Los días seguían pasando y las busquedas también. Llevaba como cinco días sin almorzar nada y los pantalones, con su caída constante me lo estaban marcando: me quedaba en pelotas a cada paso que daba.
Las conversaciones con mis amigos lejos estaban de ser alentadoras. Principalmente, dos de ellos, Elias y Tincho, se habían ofrecido a golpearme por idiota, descansar un ratito y seguir golpeándome hasta que les sangren los nudillos. En cambio, mis amigas que estaban al tanto de mi emprendimiento se habían ofrecido para pegarle a la dama en cuestión por puta. Una lucha en el barro hubiera sido sumamente interesante..."

12 noviembre 2007

El video

En el marco del Programa Jóvenes y Memoria, impulsado por la Comisión Provincial de la Memoria, todos los años se realiza en la Ciudad de Chapadmalal (También conocida como "Chaparmalat", o "Chapadma" para los amigos) la muestra anual de los proyectos que cada escuela lleva a cabo.
Si bien yo egresé en el dos mil seis, sigo participando como ex alumno en dicho proyecto que tiene como eje central la investigación y el próximo reconocimiento en el predio ubicado en Thames y Panamericana, en Martinez.
Este año, por diversos motivos laborales y facultativos me vi impedido de viajar a la muestra, pero de algún modo tenía que asegurarme que parte de mi trabajo se vea en el trabajo general.
Asi fue que decidí hacer un video conmemorativo. Bueno, no sé como se titula exactamente a una seguidilla de imágenes con música de fondo, pero a mí me gusta llamarlo así.
Después de nueve horas de pelearme con la maquina; después de descubrir la manera en que el programa para editar videos no se cierre solo cada cuarenta segundos; después de borrar accidentalmente las imágenes ya listas, volver a buscarlas, bajarlas, reeditarlas, compaginarlas y todo lo que se puedan imaginar; Después de confirmar que el Gancia en mi organismo hace maravillas y me pone creativo, quedó esto.
Espero lo disfruten.

03 noviembre 2007

Samara's back

La copa de gaseosa se derramó sobre los apuntes como el lechazo de un niño virgen mirando la Cosmo cuando escuché el sonido. Corrí por las escaleras en la oscuridad con el culo en la mano, temiendo lo peor: Que el teléfono suene a la una de la mañana de un viernes puede ser la invitación a un velorio de algún pariente lejano o la anunciación de una noche de sexo, rock and roll y nesquick con vainillas. La última era la que más me preocupaba, ya que por nada en el mundo podía dejar de leer estas cosas para mañana y debía negarme a tal propuesta. Atendí con miedo y luego de reiterados Holas, la respuesta llegó. Hola Juli, ¿Cómo andás?, se escuchó decir a la voz del otro lado del tubo. A propósito, era una linda voz. Ando bien, ¿Quién habla?. (Sé hablar por teléfono pero todavía no tengo la garompa de cristal como para andar adivinando. O sí, la tengo pero para fines adivinadores aún no la aprendí a usar) ¿Cómo quien habla? Se ve que ya no te acordás de mí, respondió la voz un tanto ofendida. Es casi la una de la mañana, no reconozco voces a estas horas, contesté. Está bien. Por ser vos te perdono, me dijo la voz y me cortó.
Se acepta que la señorita revele su identidad. Tengo algunas sospechas pero ninguna es firme ya que quienes podrían llegar a ser, desconocen por completo el número de teléfono de mi hogar. Si por esas casualidades llega a ser la pendejita argolluda esa de "La llamada", díganle que me deje en este mundo hasta fines de marzo. No quiero morir sin antes haberme ido de vacaciones.

30 octubre 2007

Serio problema

El fin de mes llegó con una propuesta más que tentadora. Nada mejor que terminar un lunes en un barcito tomando una cerveza luego de una larga jornada. Bueno, cualquier día de la semana para mí es válido y no necesito de excusas para acercarme al bar más cercano y refrescar la garganta con una rubia de culo frío. Aunque conozco mis limitaciones. Sé perfectamente lo mal que me puede caer una gota de alcohol cuando llevo catorce horas despierto y mi única ingestión alimenticia fueron dos cafés por la tarde.
La estadía cervezera terminó antes de lo esperado. Sí, honestamente pensé que iba a salir de ese recinto arrastrándome en cuatro patas hasta la puerta. Pensé que iba a salir rogándole a cuanto colectivo se me ponga en frente que me lleve hasta mi casa sano y salvo. Pero no, no fue así. Incluso cuando estoy escribiendo estas líneas me siento algo risueño y con ganas de declararle mi amor incondicional a mi perro Roberto. Escuchar "With or without you" en las clases de antropología me pone meloso, entiendan.
Minutos después de despedir a mi coequiper facultativa, me encontraba un tanto desenvuelto y caminando las calles de Martinez con destino a la estación. Una vez llegado el tren me senté cuidadosamente en el primer asiento vacío y lo vi venir. Era el terror de quienes todavía gozamos de la buena música, la entonación adecuada y del silencio oportuno. Era el mismo que semanas atrás me insultó por no sacarme los auriculares para escucharlo mientras ladraba a destiempo una canción hermosa que se encargó de arruinar. Hasta sospecho que su autor volvió buscando venganza cual Patrick Swayze en Ghost y no descansará hasta verlo tres metros bajo tierra. El subte es una buena opción y tengo ganas de dejar de ser Whoopi Goldberg.
A todo esto, el católico de enfrente se jactaba de que esto no sucedía en épocas dictatoriales y rezaba con su rosario de madera. Linda combinación para esta hora de la noche y para lo mal que me pegaron tres tragos de cerveza.
El músico terminó sú horrible interpretación y se dispuso a recibir las colaboraciones de los viajantes de turno. Mal momento eligió, ya que JUSTO cuando se paró al lado mío yo estaba contando monedas para comprar cigarrillos al momento de descender. Se podrán imaginar la sorpresa del amigo y la posterior puteada cuando me vió guardar mi escaso capital dentro de la mochila: "¡Otra vez vos! Encima me hacés comer el amague, pendejo irrespetuoso". La carcajada no se hizo esperar y mientras me reía, esquivé un derechazo. Tuve ganas de que la Tierra me trague y de amputarle las uñas con las puertas del tren. O mejor, devolverle parte del sufrimiento infringido en mis oídos: ¡Denme un bajo desafinado y van a ver de lo que soy capaz!

El resto de los viajantes salió en mi defensa y obligaron al sujeto a bajarse. En un momento me sentí querido por una banda de desconocidos aunque rápidamente me di cuenta de que era una mala decisión. Yo también debía bajarme en Beccar y entre las risas y la poca cordura, no sabía como explicar que eso no iba a ser conveniente.

19 octubre 2007

Yo contra el mundo

Antes de arrancar, aclaremos algo: No entiendo a las mujeres. Esto podría ser obvio ya que tengo dieciocho años, trabajo como "Profesor", no estoy en la onda del común de los jóvenes de mi edad, y el noventa por ciento de las mujeres afirmaron que su primer impresión de mi persona, es que me siento en el muñeco. Incluso hace algunas semanas atrás, bromeando a una conocida le dije que estaba saliendo con un chongo. "Siempre lo supe...¡Sos puto!", afirmó y ofreció presentarme a algún "Amigo sensible" para concretar. Imaginen mi cara de ese momento, y contrariamente a lo esperado, no me calenté en aclarar que se trataba de una broma.
En caso de que decidan aventurarse al peligroso mundo de las mujeres, prepárense. Estas son algunas de las cosas con las que se van a cruzar:

La histérica de boliche:
¡Saran! Sos lo más, vas por ahí bailando, estás sudado pero suponés (mejor dicho, esperás) que ese reflejo en las cabezas de los demás machos sea sudor también y no vaselina. De ser así, definitivamente entraste al lugar equivocado. Y allá a lo lejos la ves, es la damisela de tus sueños: BIEN PUTA.
Tiene pinta de que entrega, y vos estás entonado. Estás en ese delicioso punto medio entre la alegría y el vómito donde nada importa. Te acercás, le bailas un poco, la mina hace contacto visual y vos le comés la boca. La mina más o menos agarra viaje. La manoseas un poco hasta que te pone el freno, intentás llevartela a un rincón. Se resiste, la golpeas un poco, es más fuerte de lo que pensabas, te das vuelta, volves a tu casa. ¿Tanto bardo por un poquito de vómito che? Si estuvo en MI organismo ¿Qué tan mal te puede hacer a vos?

La que vive lejos:
-¡Hola! ¿Cómo andas?
-¡Bien!
-¿De dónde sos?
-Jujuy
-¿Tenés cam?
-No.

La del consultorio:
Decenas de viejecitas esperando en la sala del hospital para hacerse ver por un otorrinolaringólogo y vos, entre las viejas que preguntan qué hacés ahí siendo tan joven, aclaras que son exámenes para el laburo. Solamente hay una dama potable. Linda, bien arregladita, perfumada como la primavera y con facciones un tanto extrañas. Hacen contacto visual y te sonrojás. El médico llama por lista: "Walter Gómez". La señorita sonríe y se introduce en el consultorio. Se ve que venía con manija. Diez años de terapia para mí (Verídico, me pasó esta mañana en el Hospital)

La "Situación dificil":
Llegás a sacarle una salida. Van a un bar de Plaza Serrano carísimo que ella propuso porque le queda cerca y porque te aclaró, antes de elegir el bar, que no tiene un mango. Vos te hiciste el piola y dijiste: "No te preocupes, yo invito". Te lleva al Sullivan´s donde la pinta de Guiness está 15 mangos y obviamente pide Guiness tras Guiness. Te gastás 150 mangos en birra porque chupa como esponja nueva ¡Copada! Te acercás un poco, acercás la cara, pensás "No puede ser tan puta de pedirse 150 mangos en birra y después decirme que no". Te frena: "Estoy pasando por un momento dificil de mi vida Chulian y yo no estaba buscando... ¿Chulian? ¿Dónde estás?"
Vos escuchaste nada más hasta el "Est..". Pasa un taxi en movimiento por adelante del bar. Te tirás como el mono Navarro Montoya atajando un tiro libre y rompés la ventanilla con la cabeza. Le gritas al tachero "¡A cualquier lado!" Recordás que te fuiste sin pagar, entonces agregás: ¡Si hay putas mejor!". Te lleva a los bosques de Palermo donde está Walter haciéndose unos mangos. Te vas corriendo y mientras huís por Figeroa Alcorta, aparte de darte cuenta de que podés ver el futuro en tus chistes malos, le gritás al tachero: "Putas, forro, putas, ¿No entendiste?"

Te mudás a Bolivia, te cambias el nombre y empezás a ejercer la médicina como chamán en una pequeña comunidad indígena con un tarro de aspirinas que quedó en tu mochila. Te hacés llamar "Il-uhu-opteruua". En la lengua local significa "Aquel que nunca habrá de ponerla". Los indígenas te adoran hasta que se te acaban las aspirinas. Luego te empalan ritualmente en una palmera. Y no la deshojan ni le sacan los cocos, es un tramite realmente complicado, que tenés la oportunidad de ver ya que parte del ritual consiste en una milentaria técnica para que no te mueras hasta que salga el primer coco por tu boca.

Este fue el fin de mi cordura mental. Para todos ustedes vírgenes: MANTENGASE ASÍ. No trae nada más que problemas. Quédense vírgenes hasta el matrimonio y más allá. No por una cuestión de fidelidad. Tampoco por decencia, o para no cometer pecado. Sino porque es feo probar el dulce y que luego te cierren el kiosko.

15 octubre 2007

Babosa embarazada

Ya habíendo terminado de laburar y de estudiar un montón en la clase del místico, me vi obligado a suspender la ida a una fiesta y reemplazarla por volver a mi casa. Entiendan que salir cuando llueve me da paja. Mucha. Sobre todo si tengo que volver en bondi desde Belgrano.
Jueves por la noche y la lluvia caía hinchapelotas, molesta y hasta me hizo dudar de la garompa de jebús que desde el cielo nos mea sin parar hace semanas.
El habitual regreso a casa se vió alterado por un compañero que, amablemente, se ofreció a llevarme a mi hogar. El viaje era sumamente tranquilo hasta que el auto se detuvo a pocas cuadras de mi casa. Se ve que otra vez nos quedamos sin batería -Hay que bajar a empujar, sugirió el piloto. Cuidadosamente abrí la puerta, no sea cosa que al abrirla se la llevara puesta algún pelotudo de turno. Caminé hacia la parte trasera del auto con especial cuidado de motoqueros desatentos y viejos boludos que no les funciona el limpiaparabrisas. Tengo cero ganas de morir atropellado, o en su defecto, quedar paralítico o alguna pelotudez de esas.
Una vez ubicado en la cola del auto esperé que las luces del semáforo se pongan a nuestro favor y la señal del piloto para empezar a empujar.
La luz color verde iluminó la noche de Beccar y la orden de mi compañero no se hizo esperar. Empujé con fuerza, ¡mucha fuerza!. Soy la envidia del Automivil Club Argentino y del Ancho Peuchele. Las grúas y talleres mecánicos del barrio me tienen celos, lo sé. Sentí que si puedo empujar esto sólo con mis bracitos pálidos como teta de monja, bien puedo con la pija empujar un camión que transporta vacas. El auto se encendió. Mi compañero detuvo la marcha unos metros después para que yo pueda subirme. Y yo, que venía agrandado como chancleta de gordo, vanagloriándome por el éxito conseguido en la eterna lucha de Hombre vs Máquina, olvidé ese detalle. Seguí corriendo con todo el envión y mis dos rodillas estallaron contra el paragolpes del Falcon. Mis caderas, en cambio, fueron a parar contra la tapa del baúl y la sensación de éxito fue rápidamente reemplazada por otra: SOY UN PELOTUDO.
Subí al Ford orando que el caballero evite las preguntas obvias: ¿Querés que te lleve al hospital?, preguntó. Me dieron ganas de abrazarlo ante tal acto de preocupación. Elegí negar con la cabeza y no volví a abrir la boca hasta llegar a mi destino. Y sí, acostumbrado a cosas livianas en el transporte público, no estoy capacitado para estos trotes. Lo peor es saber que mi agilidad de babosa embarazada me demuestra, cada día que pasa, que uno siempre puede ser más boludo que el día anterior. Sepan que no me extrañaría morir trágicamente cambiando el cuerito de una canilla o perder accidentalmente la cabeza a manos de una puerta mal cerrada.

10 octubre 2007

No entran moscas

El empleado con cara de culo se acerca al mostrador y me pregunta qué voy a llevar. M... como llevar, me llevaría ese picaporte pesado para defensa personal, para abrirle la cabeza a una estúpida, pero quizás más adelante. Ahora necesito dos copias de esta llave, ¿Podría ser?, respondo amablemente. El empleado se va y minutos después llega quien efectivamente realizó la labor encomendada. El tipo es muy alto. Seguro que en la primaria era último en la fila. Listo, campeón. Acá tenés, me dice con una sonrisa en la cara. Tiene mucha alegría para un martes con lluvia. Seguro está fumado o allá arriba se le apunó el cerebro.
Llego al trabajo y mi coordinador insiste en que las pruebe para ver si funcionan. Subo los mil escalones hasta el aula y hago el testeo. Como era de esperarse. Como viene sucediendo en los últimos dieciocho años, siete meses y veintiocho días. Mi ejército personal de pitufos flageladores se encargó de mearme y arruinar las pocas cosas lindas que tenía la tarde y la puta llave no funciona. Vuelvo a la ferretería cuestionando la virginidad de la mamá de quien fabricó las llaves. Me pregunto qué tan dificil puede ser multiplicar un objeto metálico de no más de ocho centímetros de largo.
De nuevo me atiende el empleado con cara de culo, que sólo le falta escupirme para demostrar las pocas ganas de laburar en un día como hoy. Mirá, probé ambas y no hay caso. Incluso las comparé con la original y si te fijás acá están un poquito más anchas de lo que deberían estar, digo con miedo. El tipo me mira y se va en silencio. Debe tener agua en las venas. Otro puñado de minutos más tarde vuelve el alto con las gemelas entre sus manos. Jeje, hasta les puse un llaverito a cada una, anuncia con alegría. Regreso al trabajo. Con el culo cansado y falto de oxígeno culpa del cigarrillo recién apagado. De nuevo subo los mil escalones. De nuevo estoy parado frente a mi enemiga del día. De nuevo estoy parado con desazón sabiendo que tengo que volver a la ferretería suponiendo que esta vez el empleado va a escupirme por rompepelotas. Cada paso de los cientos que voy a dar de ahora en más me acercan a convertirme en un asesino serial de cerrajeros, duplicadores de llaves y abridores de puertas. Una pulidita más y seguro que va, dice el lungo. Tercera vez en menos una hora que trepo hasta el aula y lucho en vano con la esperanza de no tener que caminar, subir escaleras, bajar escaleras y mojarme en la calle. No hubo caso. Esta vez opté por llamar al lungo que no tardó en venir y solucionar el problema. Mientras acompaño al señor cerrajero a la puerta, pregunté si además de esas enormes puertas y esos bellos picaportes vendían candados. Si, ¿Necesitás alguno en especial?, me responde. ¡Sí!...uno bien grande para poder cerrar la concha de tu hermana, pienso en silencio. Hay veces en las que es mejor cerrar la boca, afirmo mientras mi coordinador vuelve a pasar delante mío.

06 octubre 2007

Multiple Choice

Por alguna extraña razón no me hablo con ninguno de mis compañeros de Economía. Bueno, salvo con el gusano que me lo cruzo seguido y cuando no está maltratando mujeres, me empuja para que me vaya si es que hay alguna mujer cerca. Lo hizo el miércoles pasado: Me empujó alebosamente pidiendo que lo deje sólo con la dama en cuestión. La dama sonrió, le dijo que era un pajero y se fue. No sé quien es esta chica pero me cae bien.
Hoy, hasta antes que él me interrumpa, yo estaba tranquilito sin molestar a nadie. Tomando sol, escuchando música y fumándome un pucho en el patio de la U.B.A. ¿Vieron? Puedo hacer más de una cosa a la vez. No soy sólo una cara bonita. En mi opinión, las charlas facultativas son de lo más monotemáticas que escuché en mi vida. Que qué carrera cursás, que cuando tenés parcial y que cómo te está yendo. Hasta que algún desubicado decida romper con el orden preestablecido. -¿Cuánto ganás?, me pregunta el gusano. Cualquiera que me conoce sabe que odio hablar de dinero. Mucho más, odio hablar del que gano con el sudor de mi frente. -No importa eso, no me gusta hablar de guita, le respondo con mi voz de papagayo malhumorado que tiene que rendir un sábado. -Dale, contame, insiste. Ahora tengo ganas de desmaterializarlo y convertirlo en Viviana Saccone. -Ni mis viejos saben cuánto gano, contesto. Que no es mucho, pero evito el tema. No lo soporto más, necesito una buena excusa para que no se me acerque. -Me quedé sin fuego, ahí vengo, le digo mientras acomodo las cosas en la mochila. -Yo vuelvo a estudiar, dice el gusano que no quiere quedarse solo. Me arreglo el jean para que no se me vea la raya del culo y me dirijo hacia el kiosko. Casualmente está ahí mi verdugo de turno comprando UN cigarrillo. Le doy mi paquete si me aprueba, digo en un claro intento de soborno. Niega con la cabeza y sigue su camino hacia el aula. Lo sigo con fingido disimulo mientras ruego que caiga por las escaleras y pasen el parcial para la semana que viene. Evidentemente Jebús no escucha mis súplicas maliciosas.
Ahora sí, tengo el examen sobre el banco. Llegó el momento de que evalúen cuanto sé. Llegó el momento de estar con el culo en la mano hasta que me den la nota. Llegó el momento de darme cuenta que en momentos así me convierto al catolicismo casi como por arte de magia.
Apenas empezado el parcial llega en retraso la chica de sweter azul, que hoy no lleva sweter azul pero digo así para que la identifiquen. El gusano me mira y me sonríe. Saca una hoja y escribe que la tiene muerta. Saco yo una hoja y le escribo que eso no es noticia. Que sabemos que la pija se le murió hace rato.
Veinte minutos después, entrego la evaluación y al salir veo al gusano y a la maltratada discutiendo una vez más. Sos un imbécil, sentencia ella y se va por el pasillo. -¿No era que la tenías muerta?, pregunto sabiendo que le va a molestar. Sabiendo que en situaciones así el pibe es un bidón de kerosene y yo sólo tengo que acercarle un fósforo para que estalle. Andate a la concha de tu madre, hijo de puta, me responde con la voz cargada de odio y los ojos furiosos. Es música para mis odios que el gusano me insulte. Lo miro de arriba a abajo con una mirada descalificadora. Vengo de rendir un examen de opciones múltiples, ahora me toca jugar a mí. Elijo la opción "A" y camino apuradísimo tras los pasos de la señorita. Esta vez no se me escapa.

04 octubre 2007

Se hace camino al andar

Que lindo este barrio, pienso mientras recorro sus distintas manzanas. Bueno, lindas algunas y otras no tanto. Bienvenidos a un paseo mágico por la zona de los Artistas.
La primera que visito es la calle Cafre. Es bonita y a la vez es medio cuadrada y una casa se parece mucho a la otra. Pintorezca, pero a veces aburrida e intrascendente. Antes sólo algunos pocos se atrevían a transitarla e incluso disfrutaban pasearse por esos lares. También era más barata. Ahora está de moda y es una zona muy frecuentada por gente que de verdad desconoce su historia pero pretende estar en la onda y por eso la visitan. Cafre se cruza seguido con la calle Nonpalidece pero en lugar de haber piquetes, como en otro barrio, se bardean con altura.
Me aburrieron estos, mejor agarro otro camino, pienso mientras leo en la guía. Ya sé para donde ir: la calle Charly García parece ser un buen destino. Esa es una de las más antiguas y originales. Originales, bueno... por lo menos en su momento. Con el paulatino correr de los años se volaron lás Máquinas de hacer pájaros. Aquellas que propiciaban el sustento y el equilibrio. Allí también hubo un par de incendios y cuando cae la lluvia ácida se arma flor de quilombo. Lo importante es que a casi todo el mundo le gusta transitar por ahí. Algunas personas la siguen amando como en los comienzos porque les recuerda los gratos paseos de su juventud a lo largo de sus extensas cuadras. Otros insisten en que está en decadencia y lo mejor sería demolerla por completo. Un debate conmigo mismo toma lugar en mi consiencia: o me tomo una cerveza, o me voy para la rivera. Ganó la opción dos y qué mejor para eso, que tomar la calle Bersuit. Esta fue en su momento la calle de Vanguardia y un lugar de lucha. Sobre todo en esas épocas en las que los ánimos en el barrio no eran los mejores. Detrás de los arbustos de las veredas hay voces que los acusan de haberse vendido al enemigo, haber cambiado su fachada y no ser como antes. Muchos fieles paseantes todavía gustamos de su paisaje y preferimos ignorar lo que algunos herejes quieren hacernos creer. Aunque, sindeo honestos, preferimos su antigua arquitectura.
Más en las afueras están las calles en extinsión ó bien que duraron muy muy poco para construirse. Lo loco es que tardaron muchísimo menos en venirse abajo. Entre ellas están la Avenida Bandana, el Boulevard Mambrú y la sin salida Gamberro. Fueron sitios construidos por algunos sectores de jóvenes que no tardaron en darse cuenta de lo que estaban alimentando, entonces decidieron cambiar de opinión y buscar otra lugar donde pasar sus tardes.
Sumo ya no existe más, es una lástima. Hace unos quince años se Dividieron hasta Las Pelotas, dando lugar no a una intersección bardera, sino más bien, gestando dos calles paralelas.
En cuanto a la tecnología y los nuevos caminos se destaca, sin duda alguna, La ruta Ricottera. Ella existió, existe y existirá para siempre en los corazones de quienes alguna vez la recorrieron. Al final tiene un bifurcación pero todavía la recordamos con cariño y esperamos que sus carriles vuelvan a unirse más adelante.
Distinto es el caso de las Diagonales Ceratti, Bossio y Alberti, que nadie lo entiende. En su momento esta intersección fue la mejor de todas. La más bella, colorida y cautivante. Después de algunos años decidieron cambiar sus rumbos y ahora parece que, como apareció el billete, hicieron las pases y se volvieron a cruzar. O al menos, acordaron cruzarse algunos meses para que los adolescentes ingénuos y treintañeros nostálgicos la recorran, la visiten y compren un montón de boludeces en sus puestitos. La parte buena es que en esta intersección el paisaje es monumental y ahora que ya es de noche si me detengo a mirar al cielo, puedo ver la Luna Roja.
Para el lado Oriental, más precisamente del otro lado del charco hay una calle de origen modesto y de perfil bajo. En realidad, se dice que no se tenían mucha fé en sus comienzos y es por eso que se autodenominaron No Te Va Gustar. Contrariamente a lo esperado, hoy por hoy esta calle es un boom y se ha convertido en uno de los paseos de la gente fashion por excelencia. Yo ya casi ni paso por acá, me molesta el caretaje.
La Calamaro se la ve de a ratos. Ahora prefiere parar en España y volver para Diciembre a hacer grandes Obras al aire libre.
Con el crecimiento poblacional aparecieron farmacias top que venden Pastillas del Abuelo. Efectivas, sí. Pero sobrevaluadas antes de tiempo.
Me llama poderosamente la atención un cartel que veo desde acá. Un cartel que anuncia con algarabía el regreso de Estela y los Cinco Latinos. Curiosamente en el cartel sólo veo a cuatro de ellos y me pregunto si el que falta murió, ó está sacando la foto.
Por último y menos importante, la calle Levon Kennedy. Hay quienes dicen que nace cuando se cortan J.F.K y Monroe, pero sus veredas son un quilombo, las fachadas son un desastre y ni hablar de la locura que engendra con las calles vecinas.
Pero, queridos lectores, este paseo recién empieza...

03 octubre 2007

Inconsciente colectivo, Consciente Pasajero

~Esto es obra de “El Rosarino”, para su primer aporte a Pasala y que no vuelva~

Cansado ya de las historias sin final, o más bien dicho, de las historias cíclicas de la vida.
Observando en distintas experiencias, personales, cercanas o con personas que no me interesan.
Voy a cubrir lo anómalo, innecesario que puede llegar a ser y hacer ciertos individuos, ya sean hombres o mujeres.
A la hora del famoso pasado pisado. Que ahora al mirar cierto reality show por tv, se le implementó LO PASADO PISADO, PERO NO OLVIDADO…
Para quienes no interpreten lo que quiero decirles, me refiero a las “aventuras pasadas” por así decirlo que terminaron mal, y por cabeza querés volver.
Es terrible el hecho del despecho. Más bien dicho cuando el otro intenta hacer todo lo posible (por calentura más que nada) para volver a posesionarse, sobre el preciado premio, sin importarle nada, su plan estratégico, donde para él o ella VALEEE TODOOOOO... Dejando a la presa acogotada hasta el cuello, con varias posibilidades de elecciones…
Eso da mucho que hablar, pero los dejo pensando por buen rato. Que es lo que quiero hacer…
Mi comentario final, es el siguiente,
¿Por qué no experimentan cosas nuevas con otros/as ?
¿Por qué laburan tanto la parte psicológica, hasta dejar al otro hecho trizas?
¿Por qué no se puede decir, adíos y si intentas volver hacerlo de una manera sana para ambos?.
¿Por qué, el por qué de eso y mucho mas ?
Como dije al principio, son historias sin finales, por lo tanto este relato, no tienen final, cada uno es dueño de crear sus finales, o su final. Dejando un buen comentario, contestando las preguntas u opinando del tema.
Espero no haberlos cansando.

01 octubre 2007

Domingo McChoto

La fila de la caja de este maldito casino está apestado de viejas que están más cerca de tocar el harpa que la guitarra. -A esta caja no voy ni en pedo, mirá lo que es. Parece la fila del Banco Provincia el primer lunes del mes, le digo a la Tincha.
Pregunto a un señor de frac azul y bigotes grises donde puedo cambiar monedas para empezar a jugar. Para sentir que nada me importa y que veinte pesos no me significan nada. Que sé que los voy a perder en menos de diez minutos e igualmente voy a salir con la frente levantada. El hombre tiene menos onda que pelo lacio y su voz me hace pensar que está en este recinto por error. Más bien parece empleado de Casa Sierra o el CEO de Rotten. A estas alturas siento que tengo a todos los sepultureros del universo resumidos en una sola persona. Me dió miedo, en serio. El señor me dirije de nuevo a la misma caja donde están las mismas viejas que hace tres minutos atrás. Viejas que vienen a gastarse su escasa jubilación. Quizás también vengan con la esperanza de encontrar un joven guapo. Como la degenerada de Santa Fe.
Conclusión: Perdí y no solo eso, sino que cuando me levanté de la máquina una señora que estaba a un paso de la quinta dimensión con una moneda hizo saltar la banca. Tengo ganas de hacerla pasar a mejor vida. Mejor dejemos que la inflación y el descuento de haberes a los jubilados se encarguen de cumplir con mi cometido.
Salimos del casino. La tincha está contenta como puto con dos culos porque ganó. Mi hermana tiene una cara de culo que se la patea porque perdió el triple de dinero que yo. Ahora tenemos que ir a comer para sentirnos mejor. Para superar la angustia oral, reirnos y olvidar lo feo que se siente no ser hijo de un magnate o del Rey de algún país lejano. El primer destino es el McDonald's de Tigre. Cerrado.
El viaje al segundo Mcdonald's concluye con la Tincha y yo cantando a dúo "I can't help falling in love with you", de Ub40. Por nuestra entonación parecemos una versión ilegal de los Bee Gees. (Entre paréntesis, ¿No son re parecidos el cantante de los Bee Gees y el que canta en Pimpinela?). Llegamos a la casa del payaso de las hamburguesas de dudoso origen de San Fernando y otra vez la mala noticia: Está cerrado. Intento chamuyarme a una de las empleadas que está limpiando las mesas de afuera. Trato de insisitirle que si bien el local cierra sus puertas a las 23, el hecho de que llevemos cinco minutos de demora no tiene por qué impedir que comamos hasta reventar... Incluso sé que por el hambre que tengo y el amor hacia mi hermana y mi amigo, en este momento soy capaz de hacer cualquier cosa con tal de que me abran, me dejen hacer mi pedido y me dejen comer. No tuve éxito.
El viaje a McDonald's de San Isidro es bastante agradable, sobre todo por mis chistes re-locos que a pedido del público les voy a contar.

Caperucita: ¡Que ojos tan grandes tienes, Abuelita!
Abuelita: ¡Es para verte mejor, Caperucita!
Caperucita: ¡Que manos tan grandes tienes, Abuelita!
Abuelita: ¡Es para abrazarte mejor, Caperucita!
Caperucita: ¡Que nariz tan grande tienes, Abuelita!
Abuelita: ¡Es para oler mejor tu perfume, Caperucita!
Caperucita: ¡Que boca tan grande tienes, Abuelita!
Abuelita: Caperucita, ¡No sabés que pija grande que tiene tu abuelo!

Nos sentamos en una mesa, y ahora sí. A disfrutar, a saciarnos y a engordar hasta que no nos dé más el cinturón. A que no nos importe el verano que se aproxima ni vernos obligados a sacarnos la remera en público. A que no nos importe que las huecas de turno no quieran salir con nosotros por motivos re válidos como: "Tenés pancita". A enchastrarnos las manos, engrasar la pajita con nuestra sucia boca y bancarnos el olor a cebolla hasta volver a casa. A que se nos irriten los labios con la sal de las papas fritas y eructar en silencio para no pasar vergüenza.
La frutilla del postre fue una jóven sentada en la mesa contigua. Cruzamos miradas con la Tincha. -Fijate que de cara es igual a Nelson, me dice. Me siento realizado. Desde hace media hora estaba esperando que alguno de los presentes lo diga. Si no lo hice yo fue para que no me acusen de hijo de puta. Un fils de rue, como diría mi amiga Audrey. -Si le ponemos música, ¿Baila?, le respondo. Risas generalizadas. Me atraganto con el último mordiscón de la hamburguesa y de repente estoy de color violeta. Dos horas pasaron y todavía la tengo a mitad de camino entre la garganta y el estómago. Creo que no va a haber patada en el pecho que alcanze para poder bajarla. Dios castiga y no con revenque, diría mi padre. Esto en Burguer King no me pasaba, digo Yo.

27 septiembre 2007

Sos un Tigre

Él: ¿Viste que todo Beccar es de Tigre?
Yo: Sí. Tigre me cae simpático a mí también.
Ella: ¡Dejen de hablar de Tigre, che!
Él: ¡Callate hija de puta la concha de tu madre!
Se produce un sabio silencio. -No hace falta que levantes la voz, intervengo. La chica de azul está a unos pocos metros mío y me dieron ganas de abrazarla después de semejante puteada del gusano este.
Estamos todos de acuerdo en que hay que maltratarlas un poquito. Un poquito, dije! No se ve muy lindo desde acá, a dos bancos de la señorita en cuestión la cara que te puso después de lo que le dijiste. Una cosa es dejarla hablando sola, decirle que no se preocupe por su soledad ya que ciegos hay a patadas o que le deseas una muerte larga y dolorosa a costas del gas mostaza. Esos son maltratos con onda, con swing. Hasta te diría que son con amor e incluso no son muy ofensivos. Bueno, el ultimo quizás sí un poco, pero no mucho.
Entre la chica de azul y el gusano hay otro personaje: La embarazada. En realidad, eso creo por su contextura física. Más presisamente por tener tremendas tetas apoyadas sobre la panza que bien podría servirme de almohadón a esta hora de la noche. Esta chica tiene que ser mi amiga. Al menos por un rato para descansar las cervicales.
Una vez durante el secundario hablaba con un compañero el tema de las señoras con panza puntuda y un pequeño adentro. Personalmente, me daría como cosita tener relaciones con una futura madre.
El gusano se hace el lindo con la embarazada y sigue maltratando a la compañera. Ella le muestra su pearcing en el ombligo y el sentencia: "Te agregás cosas que te hacen quedar más fea todavía, bicho". A estas alturas ya es algo personal. Si bien sólo conozco al batracio de sweter azul de vista y por que estuvo con algunos conocidos míos, ahora me sentí mal por las agresiones gratuitas que viene recibiendo. ¿Vieron? Tengo sentimientos y todo. Para colmo el zapato este me sigue dando charla: Che, ¿Y tu vieja cómo anda?, me pregunta. Embarazada, ¿No sabías?- le respondo. No, no sabía nada, contesta. Sí, un garrón. Imaginate que con 56 años el pibe va a salir down. Encima es del sodero- le miento. ¡¿DEL SODERO?!. A viva voz y para que nadie quede sin enterarse lo puta que puede ser mi mamá cuando mi papá trabaja. Su grito lo escuchó hasta el sordo que hoy pedía monedas en el bondi. Los cincuenta monos del aula 10 se dieron vuelta y ahora mi rostro se asemeja al de un culo de mono tití sin depilar.
Algunos maltratos más y la chica rompe en llanto. Toma su bolso y camina hacia la salida. Es una escena de telenovela, creanme. Solo falta Andrea Del Boca metiéndole un buen cachetazo, un balde de esos pochoclos que se me pegan en el paladar y el show está completo. La ahora NO embarazada la escolta hasta la puerta. Lo confirmé: más que embarazada estaba haciéndo mérito para ir a Cuestión de Peso. Yo estoy igual. Así que si en vacaciones me pierden el rastro ya saben donde ir a buscarme.
Ella se detiene al llegar a la puerta. Se da vuelta con una gracia pocas veces vista. Su pelo se desliza por sus hombros como una publicidad de shampoo berreta. Tiene los ojos tan colorados que bien podría sacarselos, escribirles CAI y usarlos como pin del Club Atlético Independiente. Mandale un beso a Juani, le dice al gusano. ¿Y a mí no?, contesta él casi con un tono de ofendido. Dolido como chica fea que nadie sacó a bailar y que al llegar a su casa su mamá, que es mujer y sabe lo que se sufre, le pregunta qué tal le ha ido. Todavía no lo puedo entender. Mi cara que hace algunos minutos era la de la primera luz del semáforo, ahora está blanca como la hoja. Blanca porque no tomé apuntes en toda la clase, principalmente. Jeje.. a esta me la quiero levantar, esboza. ¿A la embarazada?- le digo. No, a la de azul. Es la que te conté que tengo muerta, contesta mientras respira hondo. Deseo que se atragante con su propio aire. Quiero que tosa hasta escupir los pulmones por la boca y sacarle las bolas con una visagra para ponerselas de zarcillos. No vas a llegar muy lejos, le digo mientras guardo las cosas en la mochila y me voy tras los pasos de la víctima.

25 septiembre 2007

La Primavera ("Sorprendeme", Segunda Parte)

~Para entender mejor este Post, les recomiendo lean el anterior si no lo han hecho~

El colectivo de vuelta viene espantosamente vacío. Me siento como en un velatorio de alguien que nadie quiso. Como en el cumpleaños de un compañerito de la primaria que nadie quería y mi mamá me obligaba a ir. Convengamos que uno está acostumbrado a tener que pelear para subir, para bajar, para pasar y para sentarse. Sólo está el colectivero escuchando la Fm Hit. La clásica locutora pelotuda preguntando huevadas a las niñas de catorce años que recién vuelven de la matinée y a jóvenes desesperados que prometen fidelidad y alegría y dejan su número de celular. Espero nunca caer tan bajo.
Los pocos asientos ocupados y la campera en la mano porque subiólatemperaturaylaconchadelalora solo me recuerdan que ya llegó: La primavera está entre nosotros. Hay unas cuantas boludas con ramos de flores entre sus manos regalados para la ocasión. Algunas viejas con sus labiecitos pintados provocando erecciones en los viejos de turno. Una pareja feliz manoseándose en el último asiento del 60. Qué tiernos, pienso. El boleto del bondi es sin dudas más barato que pagar un telo. Decido sentarme cerca de la puerta para evitar disturbios a la hora de descender.
Escucho que una niña, una puber de unos diez u once años insiste a su madre que la deje. Que por favor. Que un ratito. Que no se va a caer. Que se va a portar bien y que si la deja, se va a dejar de romper las pelotas. Imagino que semejante súplica es para hacer algo una vez llegadas a su hogar, pero no. Otra vez el transporte público no deja de sorprenderme. Imaginé mal.
La pendeja se ajusta sus zapatillas y, todavía no me explico como, se desliza a lo largo del pasillo. Me hace acordar a "Volver al Futuro". Se ve que tiene rueditas, pienso mientras me acuerdo que una vez caminando por Unicenter me choqué una infante en la misma situación. Va, viene. Una vez. Dos veces. Tres veces. Es una chica del 2000 y es demasiado para un hijo de padres recién divorciados. Estos son los X-Games del subdesarrollo, sin dudas. "Tecnología"...bonita manera de llamar al alpedismo y a esta manera que tiene el sistema de volvernos cada vez más sedentarios. Ahora quiero ponerle la traba y que ruede hasta el fondo. Créanme, era re tentador. Si a los siete años pude patear una caja llena de gatitos recien nacidos, bien puedo con 18 hacer rodar por el piso a una nena que no me llega ni al ombligo.
Un automovilista irresponsable y ajeno a la situación se encargó de cumplir con mi cometido. El colectivero clava los frenos y estas zapatillas modernosas tienen de todo menos lo importante: Frenos. Sólo les dejo a su libre imaginación que traten de adivinar donde fue a parar la pequeña, pero les voy a dar una pista: Un lugar con escaleritas para abajo y que hay una puerta que te separa con el mundo exterior.
Los jóvenes sacan sus manos del interior de sus ropas, las flores de las chicas agraciadas vuelan por el aire y el chofer teme por su continuidad laboral: "Mirá que sos boluda nena, eh!", dice la madre. El bondi parado justo donde me tengo que bajar. Gracias niña por caerte. Espero que no te hayas lastimado mucho y lamento, de verdad, que esa caida no haya sido por mi culpa.

23 septiembre 2007

Sorprendeme

La esquina de Alvear y Santa Fé la cruzo mínimo dos o tres veces por día. Ya sea por cuestiones laborales, facultativas o bien, tomarme un helado un sábado por la noche en Arnaldo. -Qué jodón-dirán ustedes. Ilusos, hoy rendí un parcial y tengo el cerebro ultraquemado. Además es fin de mes y una tela de araña color celeste cid invade mi billetera, con lo cual ir a emborracharme salvajemente a un bar o a un boliche no es un lujo que me pueda dar faltando una semana para cobrar. Las posiblidades son más acotadas para un joven trabajador que depende de sus propios recursos para subsistir. Es por eso que la noche de Martinez se torna en una buena opción cuando te levantaste a las seis de la mañana para repasar ó no tenés plata. El punto es que en esa esquina siempre suceden cosas extrañas. Como por ejemplo, cinco hare-krishnas caminan de la mano con sus túnicas naranjas. Que envidia, yo todavía estoy de camisa y sweter. Otra horda de viejas alzadas me miran el bulto al cual planean manosear sin escrúpulos una vez subidos a la gate keeper de seis ejes. Otras veces hay empanadas que bailan. Siempre pasa algo que me sorprende y en algunos casos hace que me quiera alejar de esto que llamamos "Humanidad". Ni hablar de la vez que le ofrecí un billete de dos pesos a la vendedora de La Solidaria que para en frente de ese bar de viejos llamado "Cosdel".
La señora pensó que lo mío era un acto de valentía, de solidaridad, de compañerismo. De compadecerme de su existencia y de sus imposibilidades por demás notorias. Incluso creo que quería sacar una cámara de fotos para registrar el momento y luego inmortalizarme en esa esquina convirtiéndome en "El guanaco que una vez me dió dos pesos". Quizás sería la hora en que su su cuerpo y sus cachas se llenaran de vida nuevamente. Un momento de alegría que le permitiría continuar con sus estudios o bien, salir adelante con su vida de la manera que más le guste. La prostitución y la venta de estupefacientes siempre es un buen camino, sepanlo. Tal vez me expresé mal ya que esta señora se confundió. Yo lo único que quería era que me cambie el billete por dos monedas para poder tomarme el bondi. Creo que hasta Mitre me puso cara de culo ese día y solo faltó tenerlo a Roca, desde el último basteón de la billetera, diciéndome que soy un discriminador, dictador y un flor de hijo de puta. (nota: hoy rendí sociedad y estado, epan comprender).
Como les venía contando, esta noche me dirigí hacia dicha esquina para el encuentro con Elias y con Shuls. Momentos antes de descender del 343, colectivo que adoro tomar porque el motor no hace mucho ruido y me permite quedarme sordo solamente a costas de mi pequeño equipo de audio a máximo volúmen, la vi. Morocha, de tez blanca. Delicada, bien arreglada y dueña de una nariz tan respingada como las viejas tetitas de Mirtha Legrand. Cruzamos la mirada como los cruces místicos esos entre Mauro y Samid allá en el año 2001. Como todo caballero, la tengo que dejar descender primero del vehículo (otra cosa: tengo tres hermanas mujeres mayores que yo. Me vienen entrenando desde pequeño). Por un motivo, en realidad: si alguien va a morir atropellado por un motoquero borracho que no sabe calcular el espacio entre el bondi y el cordón de la vereda, no pienso ser yo. Al menos no esta noche. A todo esto, la dama sorprendida por tal acto de caballerosidad de mi parte, esboza una sonrisa y es ahí cuando entré en lo que se denomina "Panic Attack"...
Dos dientes tenía. Uno en la parte de arriba y otro perfectamente sincronizado con su compañero de comedor en la parte de abajo. Ideal para destapar una birra en la calle o abrir una lata de atún en los bosques de Palermo festejando el día de la Primavera. Me quedo pálido. Un frío me va recorriendo desde la frente hasta los tobillos haciéndo epicentro en mi ombligo. Ya fue, me digo. "Hemos comido bastante peor", me recuerda mi memoria. Camino unos metros hasta la esquina. De este lado es Hirigoyen. Hay un sujeto que le habla al aire y con inequívoca gracia esboza: "Un vago que te regala droga no es un amigo... es un hermano, loco". Y todavía faltaba la vuelta...

21 septiembre 2007

Hace una semana atrás se me agregó al msn alguien cuyo nick decía Invierno Temprano o algo por el estilo. En mi primera y última charla con esta persona, sucedió esto:

Early Winter dice:
Hola
Chulian dice:
Hola..¿Quién sos?
Early Winter dice:
Bruno y tu?
Chulian dice:
Julián... ¿De donde sacaste mi MSN?
Early Winter dice:
De una página de internet...
Early Winter dice:
te vi y me enamore, eres guapisimo
Chulian dice:
ajam... paso, gracias.
Early Winter dice:
esperate no te gustan los chavos?
Chulian dice:
Nop.

Si algo le faltaba a mi anti-dia de la Primavera, era esto.

20 septiembre 2007

La Maldición de la Pulsera Negra

Y mientras me contás y te vanagloriás de tu éxito, te miro con cara de superado...
"Boludo, la tengo re muerta a esa mina. El primer día de clases me dió el msn. Soy un ganador". Odio que me mientan. No lo tomo como algo personal. Ni siquiera es algo que me quite el sueño ya que la mina me parece más fea que caerse de boca. Además, la conozco antes que vos y sé perfectamente que tiene más agachadas que chino con visitas. Independientemente de eso, ¿Acaso te olvidás que Yo estaba a un metro tuyo y escuché tu intento desesperado por acercarte a esa mujer?. Es decir, la muchacha se rehusó en reiteradas oportunidades a darte su correo electrónico. Incluso excusó que casi nunca se conecta y ahora de repente, está muerta con vos. Está bien que estes en plena edad del pajereo. Que algunos desafortunados (como vos) aún no le conozcan la cara a Chisus y sigan con la misma actitud de cuando teníamos catorce años. Pero muchacho, recomendación personal: Sacate esos granos, hablá como hombre y evitá putear. Uno no es más hombre por insultar cada dos palabras y a cada culo que pasa por la vereda contar a viva voz todo lo que le harías en el lapso de una noche. Al contrario, demostras tu calentura, tu exceso de hormonas y eso no está bien visto por las compañeras femeninas. A menos que vayas a una matinée o al cumple número trece de tu primita. O en el cine mirando "Premonición" rodeado de nenas de doce años que simulan tener trece.
En fin, te despido dándote la mano y deseando que Peperino no te ponga más en mi camino. Sigo caminando por la vereda y una señorita con cara de ser la mujer de Apu me acerca un volante. Lo miro de refilón como quien mira las gomas de la mamá de un amigo. Cuando me detengo y noto que es una promoción de vuelos. Vuelos de Aerolíneas indias. Indios que juran por Buda tratarme como una vaca. Too much for today. Encima hoy se cumple una semana que se rompió.
Quizás quienes lean esto y lo hayan notado, durante los dos últimos años mi muñeca lucía una bella pulsera de goma encontrada para la ocación en un paquete de Frenchitas. Color negra y dueña de la inscripción "No pares". Cómoda y hasta incluso yo alegaba que me daba buena suerte. Lo cierto es que no. El otro día mientras me secaba el cuerpo post duchazo, la maldita se rompió. Pero no se rompió de cualquier manera, no no. Se rompió en dos, impactando uno de sus extremos de lleno en mi "gemelo" derecho. Podríamos decir que sí, que que se haya roto fue literalmente hablando, un dolor de bolas. Así que a continuación voy a enumerar las diferencias de sucesos de los ultimos dos años y como cambiaron en estos últimos siete días.
*En la primer presentación del Proyecto, allá por noviembre del año pasado me temblaron tanto las manos que casi no leía las letras. Este viernes lo volvimos a presentar y no se me movió ni un pelito.
*Antes me costaba estudiar, ahora no. (Dudosa)
*Antes me costaba mantenerme despierto, ahora me cuesta dormir.
En esta última semana también aprendí que:
*Nunca más me vuelvo a enganchar con una señorita menor que yo. La próxima candidata tiene que llevarme, por lo menos, algunos años.
*Nunca más me vuelvo a enganchar con una señora. Más vale solo que escapar de un marido celoso. La próxima candidata tiene que ser soltera.
*Nunca más me vuelvo a enganchar con una señora de duelo. Más vale solo que terminar mirando crecer los rabanitos desde abajo. La próxima candidata no tiene que ser viuda.

Propongo que si van notando diferencias me las vayan comentando...

[·] A propósito, en vistas de que recibí doce correos de amigos, conocidos, etc. que no saben como dejar comentarios, pasa a decirles...
Tienen que hacer un click donde dice "...Juguetones pasearon y no volverán jamás" (Al final de cada Post). Luego, hacer el comentario en el campo "Haga su comentario", eligiendo la opción "Otros" y completando con su nombre así sé quien escribió. Después, para finalizar hacen un click en el botoncito colorado que dice "Publicar comentario" [·]

Otro tema, por favor no dejen de ver este video

15 septiembre 2007

Un Pasito Más

La cosa va más o menos así, en uno de estos dias que llovió. No me acuerdo cual, creo que un Lunes...
Durante el fin de semana me había olvidado que bien se sentía levantarle la mano cual nazi saludando a Hitler para que pare. Para que te ensucie toda la ropa con el agua de cordón estancada con aceites de varios tipos, mugre de dudoso origen y restos de pañal de bebé. Pero bueno, aburrido de esperar el día en que me digne a sacar el registro, toleré una gran mancha de aceite sobre un Levi's de 140 pé. "Calma Chulian, calma".
Como todo mortal, me subo, pido que me cobre, pongo la adena en la maquina y espero a que la gate keeper con seis ejes me lleve hasta mi destino. Insisto en dos cosas:
La primera, es que los colectiveros desconocen por completo la ley primordial de la física. Esa que dice que dos objetos no pueden ocupar un mismo espacio. A la vez, me juego la cabeza en que dentro del examen para entrar a laburar, la manera de pronunciar "Arriba! Un pasito más" puede llegar a darles un ascenso en la empresa.
En fin, ya van dos viejas que me tocan el bulto y busco donde sentarme. Por supuesto no hay lugar ya que la linea 707 y esos vehículos del demonio, primos nietos de lucifer y engendradores de todo tipo de enfermedades mentales tienen 20 asientos y están todos ocupados por gente en el limite de la tercera edad y la 5ta dimensión. Algo extraño, sí. Me siento como paseando por el limbo. Creo que si los mirás de coté podés ver un espejo de la realidad bastante bizarro, o podés verles la ropa interior a las mismas viejas que me manosearon el bulto hace unos metros, pero no quedarias en pie para contarlo. Al menos, no es algo que quiera recordar ni compartir con mis amigos.
El viaje de ida concluye con dos manchas de aceite, las zapatillas tan mojadas como para mantener a Willy vivo por algunos años, y mis ganas de quedar detenido por manejar sin licencia antes que volver a subirme al 707.
Concluye la jornada facultativa, y me dispongo a regresar a casa. Como todo ser humano sedentario, tiendo a volver a casa por refugio, más especificamente a seguir leyendo ylaconchadelprimerparcial.
Luego de esperar aproximadamente 40min, que es más o menos lo que tardan mis alumnos con problemas de amnesia temporal en cerrar una ventanita de Word.
Llega el 707, la lluvia caía cual flechazos de Patoruzito. (todavía no estoy muy seguro de esta comparación). Mi cara de enfermo psicótico hace temblar a otra vieja degenerada. NO TENGO MÁS GANAS DE QUE ME SIGAN MANOTEANDO EL BULTO. El bondi está a unos metros, me agarro de la manija del colectivo. Este no solo que no se detiene del todo, sino que venia arrastrando al menos 22 viejas desde el Puente Saavedra.
Con mi ultimo esfuerzo había logrado subirme al colectivo y otra vez depositando el gold en la maquinola me doy cuenta que esta vez sentarme iba a ser realmente imposible, asi que decidí quedarme ahi y no dejar pasar a nadie por que soy bien polenta.
Me encontraba haciendo equilibrio para no caer y evitar que los viejos me apoyen. En ese momento el bondi arriba a la esquina más concurrida de Martinez: Alvear y Sta. Fe. Fue en esa parada que una variedad de personas con defectos que me encantaría relatarles uno por uno se subió. Pero hay uno que particularmente me llama la atención. Era un horco de no menos de 300 kgs. Subió trepando y logrando que el bondi practicamente quiera jubilarse. hacerse fitito o bien, ponerse a vender cartones de "La Solidaria".
Al grito de "Muevanse un poco locooooh" este ser humano de proporciones geograficas empiezó a caminar hacia el fondo, y con esa panza que seria más facil ser encontrado en el desierto del Sahara que en esos plieges de trigliceridos, termina apoyándome. Sí, no les quiero mentir. Aproximadamente 230kg en mi espalda, culo, y rodillas, haciendome perder todo respeto por lo que puedo llamar ser viviente. Despreciando todas las maravillas que un cuerpo humano puede brindar, prácticamente sodomizando todos mis instintos y haciéndome tan vulnerable al punto de querer entrar en un coma tirandome de palito.
Luego de varios pozos, y al ritmo de la Oreja De VanGogh "Mientras yo te esperaba con la carita empapada, que llegaras con rosas.. (Voces de Peteras: con mil rosas para mi)... ". Este cretino empieza a desprender un hedor tan sofocante que las 40 personas que veníamos en ese colectivo prefeririamos estar en Vietnam con Forrest Gump o perdernos en la eterna búsqueda de las cejas de Lydia Lamaison.
Con una pulcera de goma en su muñeca derecha que tenia la inscripcion de "Puto el que lee", completamente protegido por una armadura de algodon forjada por todos los Dioses, un buzo que decía "Florida". Tal como mi foto de cuando era pequeño. Completamente mojado frotando su espalda en mi osamenta. "Me quiero bajar. El olor a chivo del amigo está a punto de aniquilarme".
Para la fotuna de los 40 que veníamos contaminando nuestros sistemas endocrinos con su hedor, "Florida" empieza a empujar gente para por fin, descender del colectivo. La felicidad que se percibió en ese colectivo cuando se bajó solo es comparable con un Super Mega Fuckng Carita de .
Empezaron a salir plantas por todos lados, las flores tomaron color y se abrieron. Las ancianas rejuvenecieron y las jóvenes se volvieron bailarinas de palo enjabonado. Los bebés dejaron de llorar y empezaron a cantar canciones de Keane. El chofer terminó el secunadario, y ahora es ingeniero biomolecular en una empeza re grosa. Yo, por mi parte, decidí que si es necesario perder el empleo, morir como un sim en mi cuarto, o ser como los dueños de Google, lo haré, pero jamás, voy a volver a viajar en el 707.

PD: 707 Cartel rojo. Supongo que es una advertencia, una señal evidente que nunca voy a entender.

11 septiembre 2007

Antes que nada, quisiera saludar desde aquí a los docentes. Eso incluye a mi madre, a mi hermana menor y en alguna medida, también a mí.
Si bien no hay ningún título que me avale. Si bien el 90% de las veces siento que es más lo que aprendo de cada uno de mis alumnos que lo que puedo enseñar. Incluso a veces tengo ganas de asesinarlos cuando me preguntan algo que ya saben. Pero en serio, este aprender constante es algo impagable.
Incluso hoy recuerdo la 1º vez que di una clase de francés, allá por el año 2005. El aula fue el living de casa y los alumnos fueron Alejo y Gonzalo. Dos personajes que a fuerza de golpes, aprendieron.
Si hago un recuento, entre alumnos de computación y de francés ya son como sesenta personas distintas que tuve el gusto de conocer y de instruir en algo que más o menos sé. No sé, es raro. Todavía me suena extraño y a veces me choca cuando las voces me llaman Profe.

Bueno, nada más por este Upload. Simplemente dejarles un tema hermoso de 7 seconds of love, desearles un felíz dia a los maestros hoy. Ah, y quiero tambien agradecer a todos los que me siguen acompañando en estos momentos. Ustedes, mis amigos, también son mis maestros.

29 agosto 2007

Turismo de Aventura

Rencores aparte, la mejor noticia del día llegó pasadas las nueve de la noche en el aula 15 de la UBA con sede en Martinez: "¿Cortamos a las diez hoy?". Segunda semana consecutiva que nuestro estimadísimo profesor de economía, más conocido como "Hoy nos vamos antes" anunciaba gozozo el fin de la interminable jornada de miércoles (Literalmente hablando...sino fijénse en un almanaque qué día es hoy).
Cagándome de frío y con el último restito de puchos en el paquete que me quedan hasta mañana superé vientos, ganas de mear, de hacerle el amor incansablemente a una compañera y, bondi de por medio, arribé a la estación de Acasusso.
Llevo ropa de oficinista, y no es que acabo de violar en el subte a una secretaria de microcentro con piernas esbeltas y uñas bien arregladas. No solo porque en provincia no tenemos trenes subterráneos, sino porque además, mi abogado me lo prohibió. Evidentemente me estoy volviendo un tipo serio. Mis ojos van posados fijos sobre un libro un tanto Marxista, mis orejas están completamente cubiertas por el plástico de los auriculares y mi gorrito navideño. Entiendan que salir de Beccar tan temprano y con estos "calores" a las 8 de la mañana hacen que uno tenga que recurrir a cualquier medio para cubrirse la capocha. Mi gorrito hippón estaba lavándose al comienzo del día, con lo cual mi unica opción para evitar el freezingbrain se vio acotada a un gorrito de papá noel comprado para la ocación. Con toda esta descripción solo queda pensar en lo maravilloso que va a ser el viaje de vuelta en este hermoso tren. u2 al mango, un buen libro entre mis manos, Pero...
Siempre un pero. A veces ignoro la posibilidad de fijarme bien en los lugares a los que acudo. Escuché el tren venir, noté la vibración del andén cuando las puertas se abrieron y me introduje en lo que sería un viaje muy placentero. Al menos, los 10 minutos que me separan con mi estación de destino.
La luz, por demás escasa y la atenta mirada sobre mi osamenta por parte de un compañero viajante me puso en duda. Todo lo que tengo que hacer para saber que está ocurriendo es despegar los ojos del libro, levantarlos lo suficientemente suave como para no incomodar a nadie al hacer contacto visual pero lo suficientemente rápido para distinguir alguna cara conocida. Pero la luz, escasa como nunca me lo impidió. La puerta se cierra bruscamente y ya estoy aquí. Por fin levanto la cabeza y ahí lo noté.... ¡LA CONCHA DE LA LORA ME METÍ EN EL TREN DE CARTONEROS!
No solo con esta pinta, no solo con el gorrito navideño, no solo con mi hijo nuevo colgando de mis oidos, sino que además llevo puesta una camiseta DE BRASIL porque es abrigadita y evita que se me marquen los timbres con el frío matinal. Ruego que nadie la note. A esta altura u2 no suena más y se escucha a Sabina cantando "Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido". Sabias palabras, don Joaquín.
Quizás si digo que soy el hermano de Gastón Pauls me perdonen la vida, no se queden con mis órganos y no se disputen la escritura de propiedad de mi culo y mi garganta. Dos muchachos insinúan que me van a culear y a matar, quizás no en ese orden.
Un olor raro se percibe en el ambiente. Evidentemente a esta centena de desocupados no le agrada mi presencia. Con cada grito de mis nuevos compañeros que cuestionan mi sexualidad y mi expectativa de vida sólo me acuerdo de aquella vez en el tren fantasma.
-Este tren no para hasta Capilla del Monte, papito sentencia un viajante. Pedir auxilio, socorro, o bien intentar dialogar con un maquinista no es algo en lo que me destaque.
Listo, yo que justo ayer hablaba con mi hermana sobre mi seguro de vida. Menos mal que ya tengo todo el papelerío en trámite. Hasta imagino el lado bueno de las cosas, ya que la primogénita de la familia dijo que con esa plata se iba a operar las gomas. Bien por ella.
Beccar se avecina y el tren no planea frenar pero yo, que después de un día completo rodeado de riesgos y de ilegalidad, tomo coraje, inflo el pecho y -Mp3, gorrito navideño y libro ya guardados en la mochila- me arrojo por una ventana. Solamente me raspé un poco el cuerpo. Lo que también tengo raspado es el cerebro y no por culpa del golpe. A partir de hoy me autoproclamo Idiota Nacional. Y no, no por no fijarme en qué tren subirme, por algo mucho peor... fue por no fijarme bien donde tirarme! Al momento de aterrizar con mis manos en el áspero andén me dí cuenta que mi bongee jumping tercermundista había sido una estación después. Victoria y su gente NO top me miran con asco. Mi primer movimiento antes de emprender la caminata que me lleve hasta mi hogar es sacudirme el polvo... maldito acosador, hubieras apuntado para otro lado. Este jean es nuevito.

18 agosto 2007

Chancleta

Todos alguna vez soñamos en convertirnos en una estrella de algun deporte o de destacarnos en algo. Siempre el motivo, en el caso de los hombres, es el mismo, poco original, que se repite de generación en generación y que nos convierte en seres sumamente predecibles: levantar minitas. Desde pequeños, ya en el jardín de infantes desafiamos todos los limites pateando la caja de crayones, pinturitas o lo que fuera para lograr al menos una tímida sonrisa de nuestras compañeritas.
Mi experiencia personal con los deportes es un tanto complicada.
Para empezar, jugué al futbol tanto en los recreos durante la primaria, como en el club del barrio. No recuerdo que en alguno de los dos lugares alguien me tuviera en cuenta. No solo porque no me reconocían ni les gustaba que yo sea el 4 mejor cotizado de la historia del futbol amateur, sino porque además era malísimo. De los 3 partidos que llegué a jugar en la liga barrial, en dos fui expulsado. Pasaba que mis rollitos demás y mi falta de habilidades en el sagrado arte del balonpié me convertían en solo un objeto que los delanteros tenían que esquivar. Era así que yo esperaba con las gambas abiertas, el corazón ansioso y el culo lleno de preguntas, que me tiren un caño para luego, darme vuelta y hacerles un tacle francés. De esa manera, el árbitro me expulsaba, mis compañeros me escupían, y mis hermanas se cagaban de risa de mi infortunio. Mis compañeros solían llamarme "Aldo", ya que estaba Aldo-pe en la cancha. Cansado de que el éxito no me llevara a ningun lado, a los 12 años decidí mejor dedicarme a otra cosa.
Natación: Desde los seis hasta los dieciseis años nadé en distintos clubes. Algunas temporadas compitiendo, otras no. Algunas veces agarrandome calambres en la zona profunda de la pileta, lo que me tenía preocupado por partida doble: La pierna, y no morir ahogado como un idiota en cinco metros de profundidad. Algunas veces entrando en la pileta con mi blanca palidez, digna del Conde Chócula que haría temblar hasta el más malo. Lo que pasa es que mi figura sin ropa no es algo que atraiga a las damas. No solo por mi palidez ya mencionada, sino por mi cintura, rollos, y patitas de tero peludas, lo que no explica por qué tantas figuras geométricas si dividieramos mi cuerpo en partes. (sí, chicas, estoy soltero). El punto máximo de mi conflicitva, hermosa y duradera relación con el agüita llegó en Diciembre del 2005. Después de un año y medio de entrenar de Lunes a Sabado seis horas diarias, estaba dispuesto a rendir el examen que me habilite como Guardavidas. La mala noticia llegó con un cambio de la legislación a último momento que impedía que un menor de 18 años pueda dar el examen. Yo tenía 16 por aquel entonces y me sentí practicamente violado. No por el examen, sino porque había un viejo que lo pesqué en reiteradas oportunidades mirando fijatemente a la beluga bebé que vive entre mis dos piernas. Fue así que decidí mejor dedicarme a otra cosa.
También jugué al voley y a antes de cumplir quince años, debuté en primera. Dejé en marzo del 2004 cuando jugando con mi club, un adversario tuvo una fractura expuesta a menos de medio metro de mi persona. Hecho que dejó secuelas imborrables, ya que a partir de ahí empeze a gritar mucho. Grité salvajemente hasta que me quedó un hilito de voz en la garganta. En esos momentos aprovechaba para jugar al Yo-Yo con mi propia cabeza los sabados a la mañana mientras escuchaba a Alejandro Sanz, o a Miguel "Conejito" Alejandro. Lo dificil era no chocarme la cabeza contra los muebles.
También intenté jugar al Béisbol, pero ese nunca lo entendí. Al momento de enseñarme a jugar, me explicaron que era "Muy similar al 'Quemado'". Me pregunto en qué se parece este juego por demás norteamericano al clásico entrenimiento infantil. Jamás comprendí si eran similares en la parte en la que uno le apunta a la trompa del contrincante siendo que este no es de nuestro agrado, en la parte en la que uno pone la cabeza para que a la señorita de nuestro interés no le pegue el bochazo que la deje fuera del juego, o en la que se agarra la bolas porque fue víctima de un golpe malintencionado de algun guanaco del otro equipo. No lo sé. Sigo mirando Béisbol y no lo entiendo. Como tantas otras cosas en la vida que miro, vivo y no comprendo. Como que a una abuela con Al Zehimer le intenten hacer memorizar el significado de los números de la Quiniela.

Ahora, luego de dos años ininterrumpidos de inactividad, un atado de Camel por día y mucha cerveza los días de descanso, puedo afirmarles que el deporte mundial se perdió una gran estrella. Sí, señoras y señores, yo hubiera sido un excelente Jockey... de haber medido cuarenta centímetros menos de los que mido actualmente, haber tenido un padre dueño de un Stood y ser retrasado mental.

Ok, con la última cualidad quizás sí dé con el Target.

06 agosto 2007

AtendeMe

Recuerdo haber tenido muchisimas conversaciones con diversos clientes a lo largo de mi estadía en una empresa, en la que oficiaba de Tech Support. Había un cliente, seguramente un hombre grande no muy dado con las artes de la informática. O por lo menos, menos dado que yo. Llegaba a llamar entre cuatro o cinco veces... por la mañana, y otras tantas por la tarde. La ventaja era que por la mañana generalmente estaba de buen humor, pero tambien estaba con más energía para preguntar más pelotudeces. No es que me molestaran sus inquietudes, sino que el sujeto pensaba que todo lo que ocurría dentro de su monitor era responsabilidad de la empresa de Web Hosting.
El colmo llegó cuando nuestro amigo decidió comprar un equipo de telefonía IP (teléfono por internet, basicamente).
Voy a hacer memoria e intentar transcribir una conversación con este sujeto.

-Buenos días, ¿En que lo puedo ayudar?
-Soy X, de X.com.ar... ¿Me escuchás?
-Sí, digame. ¿En que le puedo ser útil?
-Mirá, me mandaron toda la lista de los códigos de las ciudades para el teléfono pero... No están todas las ciudades de México...
-Le explico: originalmente el servicio está pensado para la Argentina, EE.UU y España. El resto de los códigos que nosotros le otorgamos son a modo de cortesía.
-Ah, ¿Y no te puedo cambiar una ciudad por otra?
Mi yo interior: ¿Vos te pensás que esto es un Mc Donalld's la concha de tu hermana?
-No, las ciudades no se pueden cambiar. Al menos no por el momento.
Luego de que me haga una serie de preguntas boludas, intenté a ayudarlo a usar dicho teléfono. Pero era él. Cualquier cosa podía esperarse de ese sujeto. Cuando le pregunté cual era el error que veía en la pantalla se puso a contarme las teclas que veía: "tengo el 1, el 2, el 3... hay una teclita verde, tambien...". Demás está decir que para esos momentos yo apretaba MUTE y me cagaba de risa.
Otra vez, recuerdo que luego de estar media hora puteandome por teléfono porque no podía recibir correos ni acceder a su sitio, se acordó que no había pagado la boleta de Fibertel. Le devolví las puteadas en mi mente y le corté con un "No hay ningún problema, quédese tranquilo".

La ultima de este chabón:
Más de media hora por reloj bombardeandome a preguntas que yo ya le había respondido por mail, mi brote de ira psicótico llegó cuando, insultandome, me preguntó:
-Me estoy yendo de viaje a España
MI yo interior: NO VUELVAS HIJO DE PUTA
-Ajam...
-Y estuve averiguando para ir a disparar un poco, quise entrar a una página de un polígono de tiro y no puedo entrar... ¿Se puede saber por qué no funciona?
Mi yo interior: TE MATO
-Mire, X, ese sitio no esta hosteado con nosotros asi que no sabría decirle el motivo.
-Ah, por que yo llamé, me atendió un gallego divino y me dijo que la página anda bien... ¿me lo podrás arreglar?
-Le explico, nosotros somos proovedores de WebHosting, no de Internet. Sinceramente no sé por qué no puede visualizar correctamente el sitio y tampoco sé como ayudarlo...
-¿Y no podrías mirar así lo solucionas?
Ahí le corté el teléfono. Sin duda el punto máximo de mi relación con este buen hombre llegó el día que le dije que no podía usar el telefono hacia México, excusando que "Es culpa de Canadá". Fue la ganzada más grande que le pude haber dicho a alguien. Es como que no te salga agua por la canilla de tu casa y que la excusa sea que andan mal los radares del Aeropuerto Nacional de Kingston, en Jamaica. Como estas anecdotas tengo un montón y sirven de relleno para no abandonar tanto el blog.

Amolos a todos en este momento. De verdad. GRACIAS.

30 julio 2007

Publico esto sólo para que se rian un rato de mi infortunio y contarles, de paso, que el cuentito de "La Negra Murguera", va a ser publicado próximamente en la revista "El faro".


Elias: Chulian, ¿Sos bizco?
Chuli: No, no soy bizco.
Elias: Tenés un ojo torcido. Eso en mi barrio se llama "Bizco"... o "Bizcochin".
Chuli: A ver... ¿Cómo te explico?... Cada vez que estoy muy cansado, o stressado (como ahora) el ojito derecho se me chispotea un poquitín. Igual en un rato se pasa.
En eso noto que a Elias se le ilumina la cara, la sonrisa de guazón le llega de una punta a otra de la oreja y esboza:
CHULIAN ES BIZCOOOOOOOOOOOOOOOOO
Chuli: Pero pedazo de huevón es por culpa del cansancio! Hace una semana que no duermo.
Elias: BIIIIIIIIIZCOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Chuli: Bobo! Descanso dos minutos y ya fue.
Elias: Es bizco! Es bizco!

Te odio. De verdad.