27 enero 2008

Basta de Todo

Abandonando toda esperanza de que este sea un post "Jocoso" o "Divertido", paso a comentarles como viene la mano. Lo lamento por ustedes...
La vuelta al laburo estaba prevista para los primeros días de enero, con un pequeño cambio. Esta vez, en lugar de volver a laburar al edificio donde laburé el 90% del año 2007, nos mandaron a un barrio cerca de Constituyentes y Panamericana. Perfecto, porque era lo que estaba deseando desde hacía mucho mucho tiempo.
Bueno ese día (9 de enero) hicimos la inscripción a los nenes del barrio para empezar la colonia. Si se ponen a analizar en profundo diran "Una garcha la colonia", ya que entre tantas otras cosas, la red de volley iba a ser un alambrado de hierro. Más allá de esos pequeños detalles, los pibes además de tener recreación y contención, iban a comer porque no sé por parte de quien, estaba arreglado el tema de que a ninguno de esos nenes le falte la comida. La que seguramente para muchos de ellos signifique la única del día.
Un día después de la inscripción, una orden de una persona de alto cargo, hizo suspender todo. No más colonia y no más laburo para todos los que estábamos ahí. Así de la nada, borrarnos de un plumazo hasta marzo y estos dos meses viví de lo que puedas.
Más allá del dolor de no poder laburar, es ver como mucha gente corrupta, vaga, ñoqui sigue en su puesto sin ningún tipo de cambio. Siento dolor por ver que hay tanto por hacer y que no se nos deje por cuestiones políticas y porque hay muchas "co$a$" de por medio que me encantaría denunciar, pero seguramente de hacerlo, me liquiden. Dolor porque después de utilizar parte de nuestra labor como campaña para conseguir votos en las pasadas elecciones de octubre para que dos meses después de asumir nos metan un voleo en el orto. Dolor porque se juegue con la salud, con la integridad y con los valores no solo de quienes se veían beneficiados con nuestro laburo, sino con todos los que formamos parte de este GRAN equipo de trabajo.
La promesa de la supuesta reincorporación para el mes de marzo me hinchó las bolas. Durante todo el 2007 sacrifiqué varias ofertas laborales que me convenían económicamente mucho más que esta y ni hablar de la cantidad de alumnos de francés que no pude tomar. Pero lo hize detrás de una convicción, de una idea. Sabiendo que me estaba comprometiendo con una causa re noble y que si no me llenaba los bolsillos, me llenaba el alma. Y eso me bastaba.
Pero me cansé de que jueguen con mi tiempo, con mi trabajo. Que me falten el respeto como empleado responsable y como ser humano. Me cansé y hace dos días, luego de una extensa reunión, algunas noches sin dormir y consultar a mis amigos más cercanos, decidí dar un paso al costado. Algo mío dentro se quebró. Esa "magia" o "vocación" que me hacía ver esto como algo maravilloso se fue y dudo que vaya a volver, ya que cuando tomo una decisión tan radical jamás cambio de opinión. Lo lamento por todos los que se tengan que quedar obligadamente o porque las circunstancias no les permite conseguir algo mejor. Yo me rehuso a seguir sirviéndoles a todos esos hijos de puta que en el nombre de la gente y del bien comunal se cagan en sus palabras, estafan, engañan, roban, mutilan... sepan entenderme, me quitaron las ganas.

18 enero 2008

FREAKin' me out

Un accidente había provocado la pérdida de varias tazas en otra noche de esas que llegaba ebrio a mi hogar y me chocaba algún objeto, causándole la dolorosa muerte contra el piso del living.
Días más tarde y ante la inminente falta de un recipiente que sirva de bebederodecafécalientatripasantesdesalirdecasa decidí buscarle una suplente. Seguir tomando el desayuno en vasos térmicos no era tan simpático como parecía en un principio, más que nada por la cantidad de líquido empetrolado que pueden llegar a albergar los vasitos de telgopor esos.
Las vueltas de la vida hicieron que me vea ingresando a una comiquería, ya casi a oscuras y luego de una extenuante jornada de laburo.
El extraño aroma a saumerio de patchuli combinado con musica celta ambientaban al local.
Apostado del otro lado del mostrador se encontraba el individuo geek por excelencia. Lucía una remera gris que no llegaba a taparle completamente la panza. Tenía la barba desprolija, unas bermudas que dejaban entrever que la celulitis en las piernas no es solo un problema femenino; El pelo largo y sucio que despertaría la envidia de Paolo el rockero, un mini sable laser en la palma de sus manos y hablaba por teléfono de algún juego en red con algún otro nerdo.
Entré sintiendo algo de temor y confundido entre las remeras graciosas, los millones de objetos de colección de El señor de los anillos y algunos peluches de la famosa película de Tim Burton. Me perdí con la mirada en unos profilácticos del Yoda con lucecitas que estuve a punto de adquirirlos, pero le escapaban a mis posibilidades económicas de aquel entonces. ¡Había de todo! pero nada de tazas de Kenny, como quería yo. Me sentí un Yedi en plena lucha contra los fabricantes de tazas de cerámica, sólo que esa vez la fuerza no me acompañaba.
Sorpresivamente, ya casi abandonando toda esperanza de encontrar lo que buscaba enfilé para la puerta sin saludar al maleducado que atendía. Mi rostro se transformó por completo cuando faltando menos de dos pasos para huir del antro, vi una estantería con UN muñeco de la serie Lost.

-Perdón, ¿Pero ese muñeco es de Sun?, pregunté entre risas y asombro.
-Sí, ¿Por?, me contestó dudando de la verdadera intención de mis palabras.
-¡¡¡Qué freak!!!, dije sin medir las consecuencias.
-¿Qué tiene de freak?, respondió el sujeto con sus ojos casi en llamas y el sable laser temblando entre sus manos. ¡O peor! quizás estaba meditando la posibilidad de partírmelo en la cabeza y armar elfos con mi masa encefálica como si esta fuera una simple plastilina. Estamos hablando de gente que noche a noche libra batallas épicas virtuales, nunca se sabe.
-No sé...no digo freak, de "que freak", digo que... que... que... nunca me imaginé, eso. ¡Ahí ta! que nunca me imaginé que iban a salir los muñecos. Mucho menos el de Sun, retruqué queriendo arreglarla. Sin dudas ya lo había herido y a esa altura era imposible levantar mi imagen y evitar una golpiza. Era dificil, como remar en un mar de dulce de leche. Dificil, como creer que es una buena idea decir que algo es freak a un tipo que vende comics.

08 enero 2008

Volver a empezar

El calor estival me hacía temblar la rótula como cuando escucho hablar a Cecilia Milone sobre su romance oculto con Nito Artaza. El único ventilador de mi búnker sólo hacía menear el aire por demás caliente y me invadían las ganas de irme a vivir a una mezquita islámica, o a la Antártida así puedo usar pantalones naranjas sin temor a quedar en ridículo.
Era la segunda vez que regresaba a Buenos Aires en menos de una semana luego de dos viajes relámpago a Rosario y a Nueve de Julio y ya tenía ganas de partir de nuevo. Lógico, a nadie le gusta volver a la vida luego de unas minivacaciones. Mucho menos si el lugar que te verá crecer las barbas, el pelo, la hinchazón de pelotas y la necesidad de patear porteros de edificios que baldean por la mañana es la Buenos Aires húmeda, calurosa cual cajeta de Alejandra Pradón.
Las tres duchas que tomé a lo largo de la tarde no hicieron efecto ni para sofocar el calor, ni para dejar de transpirar.Inyectarme mil quinientos miligramos de talco veritas en las venas tampoco parecía una buena solución ya que no me gusta dejarme moretones. Las duchas tampoco sirvieron para cambiar mi estado de ánimo, que lejos de ser un mal humor acompañado de agresiones, me tornaba en una persona sumamente irónica, sádica y en ocasiones, insoportable. A Matt le dije que si tenía calor, que se pegue un baño con ácido muriático. Aunque por la hora que era, iba a ser jodido encontrar un Farmacity abierto. A Fer le dije que su novia es como el Word, porque todo el tiempo lo corrige. A Barbarita le dije que no la tocaba ni con un palo de lejos y que agradezca que no poseo permiso para portar armas de fuego. A Rodry le dije que si su novia es católica, que tenga cuidado. Que puede llegar a ser peligrosa. A mi hermana Flor le dije que no se preocupe por sus piernas, ya que el Pájaro Caniggia vende las suyas en eBay. A otro amigo que no quiero nombrar me cansé de despotricar contra su pareja estable y le conté que ella es 100% reemplazable por su celular nuevo.
La noche no iba a ser muy distinta y pasadas las doce a alguien se le ocurrió cortarnos el poco entretenimiento que la luz eléctrica nos proporciona a los solteros y decidió cortar la energía. Calculo que a las personas con pareja no les debe haber quedado otra que ponerse a garchar. No obstante, con el calor que hacía dudo si hubiera sido una buena alternativa.
En ese momento abandoné toda esperanza de volver a conectarme a la net para despedirme como se debe de toda la gente que hasta ese momento NO me odiaba por los comentarios horribles que había hecho. Cargué mi vaso con coca cola, haciendo malabarismos para embocar el chorro en la oscuridad y volví a mi búnker con un atado de puchos a medio estrenar. Sabía que no iba a ser todo tan malo... el reproductor de mp3 funciona con pilas.

Cinco por cuatro

Junto con Matt, Gon y Tincho le damos la bienvenida a este nuevo espacio.
La propuestas es más que simple, son post de cinco items... entreténganse!

CINCO POR CUATRO

01 enero 2008

Siempre estuvo cerca

El tren a Rosario satisfacía todas mis necesidades. Debido a reiterados fracasos en micros de larga distancia, opté tomar este medio para alejarme del cementochupasangreporteño.
Las seis y media de la tarde del jueves 27 de Diciembre habían llegado y yo me encontraba, bolso mediante, a punto de abordar el animal forrado de lata.
Previo a eso, me encargué de preguntarle al chochán si estaba permitido fumar puesto que para mí, cinco horas sentado mirando vacas a un costado amerita prender un pucho atrás de otro. "No, fumar en el vagón no podés fumar. Lo que podés hacer es irte al baño y prenderte un cigarrillo... Pero eso, nada más. Nada de ..." y terminó la frase con el gestito clásico de pajota. Si bien estoy acostumbrado a que con esta cara me den diez años más de los que tengo, que me vean cara de boludón, de impotente y tantas otras cosas, que me vean cara de que voy a ponerme a acogotar la gallina en el baño de un tren fue como demasiado.
Prosigo. Al tren lo imaginaba cómodo, grande, espacioso y con lugar para mis extensas e incómodas piernas que suelen traerme problemas a la hora de acomodarme. La primer sensación fue la de la decepción al ver el escaso espacio entre los asientos y que otra vez me iba a bajar acalambrado, con el culo torcido y ganas de salir a patear colorados tartamudos para compensar el daño. El segundo mal momento fue suponer y no distinguir si el tren tenía como destino la ciudad paranaense o bien, algún campo de concentración nazi como Auswich, o la cancha de Platense.
Una vez en el tren, ubiqué mi bolso y mi osamenta lejos de la multitud. Temía que mis oportunos compañeros de viaje quieran poseerlo, saquearlo, desvirgarlo y quedarse con mis pertenencias si es que el sueño me invadía. Mi padre y mis hermanas con sus reiterados llamados se encargaron de mantenerme con vida.
A mi costado se ubicaba una rubia de ojos celestes. Y cuando dije rubia de ojos celestes multipliqué la cantidad de lectores. Esto es puro marketing. La rubia llevaba anillo y su rostro me daba miedo. No imaginen a una rubia de ojos celestes jóven, linda y todo eso que uno asocia ante estas dos características. Durante las cinco horas y cuarto se dedicó a golpear y maltratar a sus dos pequeñas hijas, o elfos. Hasta comenzé a fantasear con que la rubia acababa de matar a su marido con un abrelatas, cruel y sangriento, y estaba huyendo a Rosario en busca de libertad antes de que la Federal la encuentre y la obliguen a firmar los derechos de autor para la próxima emisión de Mujeres Asesinas.
Cinco horas y cuarto más tarde la cantidad de posibles ladronesdebolsosdegentequeviajasola había disminuído considerablemente, puesto que muchos de ellos habían descendido. No obstante, la blonda violenta, a los golpes para no desentonar con su actividad durante todo el viaje, despertaba a sus dos hijas.
El fin del recorrido había llegado y mi ya borrada raya del upite reclamaba un fibrón para recuperar su forma. Y ahí, con el fin de las vías comenzaba una gira de casi cinco días con mi fiel amigo. Y ahí, en esa estación se fundieron Rosario y la Capital en una abrazo hasta que la muerte nos separara, o hasta que el micro Rutamar decidiera traerme de vuelta a casa.