Otro cuentito mas !

Seguimos con la entrega de cuentitos de [Ahora Que... ] Así que chicas y chicos, enjoy !

"Cada vez que escucho 'El bombon asesino' muero un poco más. Si alguien conoce a mi hermana, por favor que se lo avise", decía el cartel que dejé en el ascensor de mi edificio. Las respuestas de los vecinos no se hicieron esperar y entre todas las que dejaron, se destacan varias: "A tu hermana la conocemos todos en el barrio, gil" ; "Tu hermana no es la que para con toda la barrabrava de Nueva Chicago?" ; "¿Como no conocerla? si tu hermana es más rapida que los bomberos voluntarios". Y no se equivocaban, eh ! Recuerdo que una vez un amigo suyo la llamó apenadísimo porque su nutria estaba caida y ella, en un acto de generosidad absoluta, se dirigió hasta su hogar para practicarle respiración boca a boca al bicho que finalmente, resucitó.
Frustrado, entro a casa con la esperanza de que esa melodía macabra no esté sonando. Para mi sorpresa, en ese momento ella no estaba y en consecuencia, "el bombon asesino" no me aturdiría hasta su regreso.
Ya colocado en el sillón, me dispuse a mirar televisión de aire. No pasaron más de cinco minutos cuando de repente, escuché un sonido poco familiar. Inmediatamente levanto la vista, aparece frente a mi una serpiente cascabel, con la lenguita afuera y un delantal con la leyenda "Yo estoy bajo la línea de pobreza, pero arriba mio está tu mujer". Sorprendido, me paro sobre el sillón y empiezo a chillar como la chilindrina en sus mejores epocas. El animal me mira y me dice "tranquilo, campeón... vine desde el más allá para hinchar las bolas un rato, don't worry ". -Satanas? , dije yo. "el mismo, pero modernizado y con un poco más de onda", contestó.
Entre las cosas que ofreció para quedarse con mi alma, se encontraban: un disco doble de "The Sacados", un grandes éxitos del "Delfin Quishpe", un atado de philip morris box y un compilado con los mejores momentos de Claudia en Gran Hermano. Me negué rotundamente ya que le pedí la playboy donde fue tapa esta señorita y la muy guacha no accedió. Ambos nos enfurecimos por no haber conseguido lo que tanto queríamos y comenzó la lucha descomunal. Ella me mordía, yo la pateaba. Ella me sacaba la lengua, yo le hacía "sugutrule" en la cabeza al mejor estilo Carlitos Balá. Ella se me enroscaba en la pata, yo le contaba chistes de gallegos. Ella me escupia veneno, yo cantaba el último hit de Ileana Calabró. Hasta aqui, una pelea épica como no se habia visto en siglos, hasta que me mordio el talón.Yo estaba por morir, mi cuerpo comenzaba lentamente a caer, cuando en un acto de arrojo, agarré a la serpiente por los brazos y la arrojé por el balcón.
Nunca más la vi. No se si murió o si sigue viva, pero por lo menos estoy seguro de algo: la proxima le choreo el delantal y me estampo la leyenda en una remera violeta con lunares verdes.