Descargo Necesario

Eran las cuatro de la tarde de un miércoles cuando me preguntaba a qué famoso de la Argentina le intentarían robar unos morlacos. Los comentarios de la gente que se sienta a mi alrededor eran tan poco alentadores que empezé a sospechar que, si por esas casualidades de la vida, Hitler volviera a la vida y les prometiera paridad económica con el Dólar a cambio de la muerte de niños, jóvenes, judíos y carteros, lo votarían sin dudarlo un segundo.
Este blog nunca hizo mucho énfasis en determinadas realidades pero me siento con la obligación moral, mejor dicho, con la misión de intentar aclarar un poquito el panorama para los cuatro gatos locos que nos leen. Y digo "Nos" porque tengo problemitas de personalidad, lalalala.
Analizemos el siguiente caso: Juan Pelotas viene por la calle caminando después del trabajo y un niño de 11 o 12 años le roba lo poco que tiene, y durante el asalto lo golpea, lo maltrata y huye con el botín.
¿Quiénes son las víctimas?
Ambos.
¿Por qué?
Porque Juan Pelotas no tiene por qué perder lo poco que tiene cuando se rompe el culo laburando; y porque un niño de 11, 12, 8 o la edad que les pinte es víctima de lo siguiente: La Sociedad.
La sociedad: (Sí, esa de la que vos, yo y todos nosotros formamos parte)
Un pibe, un niño que no tuvo la posibilidad de ir al colegio, que con suerte come cuando alguien es solidario, que quizás -si tiene la suerte de no vivir en la calle- vive en una choza de 2x2 con sus 6 hermanos, un padre borracho y una madre que no sabe ponerse un profiláctico.
Alguien que no come, que no estudia, que no accede a un sistema de salud, que es marginado por las 200 mil personas que se le cruzan por la calle y toman como "normal" esa situación, genera violencia, resentimiento, bronca, dolor y todo eso que se les puede llegar a ocurrir.
¿Entonces?
Es sabido que el clientelísmo político fue un pilar fundamental para ganar las elecciones más de una vez, pero esta vez el límite se corrió más allá. O sea, que la miseria de algunos y las falsas promesas garantizaron votos.
Yendo un poco más atrás en el tiempo, desde la epoca de los contractualistas que el discruso político más efectivo que sirve para sostener un gobierno no pasa por la economía, la producción, la salud. Pasa por la Seguridad, o mejor dicho, con la Sensación de Seguridad. De cada 5 casos que vez en la tele o escuchás en la radio, o lees en Clarín, ocurre uno. Por cada 5 BMW que roban en una hora, hay 6 chicos que en Tucumán murieron de hambre... y nadie se manifiesta por eso.
El sabado, creo, hay una marcha por la Seguridad. Perfecto, salgamos a reclamar que así no podemos vivir... No pueden morir niños de hambre en un país que produce alimentos para el triple de su población. No se puede pensar en un futuro donde los docentes no tienen un sueldo digno, la policía te mata por portación de cara y los hospitales no tienen gasas para curar heridas. No se puede pensar en mejor cuando a la noche vas en el tren, ves nenes de 5 años pidiendo y todavía tenemos la cara de pensar "Qué bueno, no está robando". LA CONCHA DE TU MADRE, UN NENE DE CINCO AÑOS A ESA HORA TIENE QUE ESTAR DURMIENDO PARA EL OTRO DIA JUGAR EN EL JARDIN...

UFFFF

Ultima recomendación.

Volvamos a la calle, volvamos a la vereda. Si un "chorro" ve una señora en la vereda entra y le afana, si ve a toda la cuadra compartiendo unos mates en la vereda, no tiene más opción que seguir caminando. Recuperemos el espacio publico, el de todos, demosle a esos pibes la oportunidad de pasar a la historia como algo mejor que un triste protagónico en un noticiero mediocre, consumido por reaccionarios y gente ignorante.

Demonos la oportunidad a nosotros mismos de estar mejor, de dejar de ser mierda y salir adelante.