Hacernos creer en Papá Noel es sin dudas alimentar otro monstruo mentiroso como el Ratón Perez, los Reyes Magos y la virginidad de Wanda Nara. Particularmente las fiestas las disfruto, pero a mi manera. Lejos de cualquier caracter religioso, pero sí como un momento de disfrute, de reunión y de goze.
Ayer tuve la suerte de ir por 18º vez de ver a Dancing Mood en Niceto. Y fue una fiesta. Fue una catarsis de cuerpo y alma donde todos bailábamos a nuestro ritmo. Sin importar edad, color, si tenías dreadlocks, si fuiste mal vestido, o si tenés goteras en tu casa. Grupos como Bersuit te invitan a saltar, Catupecu a golpearte contra algo, Los Piojos a cantar, Dancing te invita a sacarte la ropa y ser feliz hasta que te desmayes y no puedas más de felicidad. Y no, créanme si les digo que no fumé nada.
Ahí todo el mundo bailaba, saltaba, gritaba, lloraba. Se sacaban las remeras y las agitaban por el aire. Esas son las fiestas para mí. Ese momento en el que nada importa y uno, simplemente, se limita a ser feliz con lo que tiene a mano y se dispone a disfrutar con toda su alma de ese momento. Eso era lo que estaba necesitando. Necesitaba bailar tres horas y cuarto en mi mundo, rídiculo, feliz y con el torso pálido desnudo. Necesitaba cerrar el año de esta manera. Necesitaba ver otra vez a Dancing Mood en Niceto.
1 comentario:
Feliz año, chico Chulian!!!
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