20 septiembre 2007

La Maldición de la Pulsera Negra

Y mientras me contás y te vanagloriás de tu éxito, te miro con cara de superado...
"Boludo, la tengo re muerta a esa mina. El primer día de clases me dió el msn. Soy un ganador". Odio que me mientan. No lo tomo como algo personal. Ni siquiera es algo que me quite el sueño ya que la mina me parece más fea que caerse de boca. Además, la conozco antes que vos y sé perfectamente que tiene más agachadas que chino con visitas. Independientemente de eso, ¿Acaso te olvidás que Yo estaba a un metro tuyo y escuché tu intento desesperado por acercarte a esa mujer?. Es decir, la muchacha se rehusó en reiteradas oportunidades a darte su correo electrónico. Incluso excusó que casi nunca se conecta y ahora de repente, está muerta con vos. Está bien que estes en plena edad del pajereo. Que algunos desafortunados (como vos) aún no le conozcan la cara a Chisus y sigan con la misma actitud de cuando teníamos catorce años. Pero muchacho, recomendación personal: Sacate esos granos, hablá como hombre y evitá putear. Uno no es más hombre por insultar cada dos palabras y a cada culo que pasa por la vereda contar a viva voz todo lo que le harías en el lapso de una noche. Al contrario, demostras tu calentura, tu exceso de hormonas y eso no está bien visto por las compañeras femeninas. A menos que vayas a una matinée o al cumple número trece de tu primita. O en el cine mirando "Premonición" rodeado de nenas de doce años que simulan tener trece.
En fin, te despido dándote la mano y deseando que Peperino no te ponga más en mi camino. Sigo caminando por la vereda y una señorita con cara de ser la mujer de Apu me acerca un volante. Lo miro de refilón como quien mira las gomas de la mamá de un amigo. Cuando me detengo y noto que es una promoción de vuelos. Vuelos de Aerolíneas indias. Indios que juran por Buda tratarme como una vaca. Too much for today. Encima hoy se cumple una semana que se rompió.
Quizás quienes lean esto y lo hayan notado, durante los dos últimos años mi muñeca lucía una bella pulsera de goma encontrada para la ocación en un paquete de Frenchitas. Color negra y dueña de la inscripción "No pares". Cómoda y hasta incluso yo alegaba que me daba buena suerte. Lo cierto es que no. El otro día mientras me secaba el cuerpo post duchazo, la maldita se rompió. Pero no se rompió de cualquier manera, no no. Se rompió en dos, impactando uno de sus extremos de lleno en mi "gemelo" derecho. Podríamos decir que sí, que que se haya roto fue literalmente hablando, un dolor de bolas. Así que a continuación voy a enumerar las diferencias de sucesos de los ultimos dos años y como cambiaron en estos últimos siete días.
*En la primer presentación del Proyecto, allá por noviembre del año pasado me temblaron tanto las manos que casi no leía las letras. Este viernes lo volvimos a presentar y no se me movió ni un pelito.
*Antes me costaba estudiar, ahora no. (Dudosa)
*Antes me costaba mantenerme despierto, ahora me cuesta dormir.
En esta última semana también aprendí que:
*Nunca más me vuelvo a enganchar con una señorita menor que yo. La próxima candidata tiene que llevarme, por lo menos, algunos años.
*Nunca más me vuelvo a enganchar con una señora. Más vale solo que escapar de un marido celoso. La próxima candidata tiene que ser soltera.
*Nunca más me vuelvo a enganchar con una señora de duelo. Más vale solo que terminar mirando crecer los rabanitos desde abajo. La próxima candidata no tiene que ser viuda.

Propongo que si van notando diferencias me las vayan comentando...

[·] A propósito, en vistas de que recibí doce correos de amigos, conocidos, etc. que no saben como dejar comentarios, pasa a decirles...
Tienen que hacer un click donde dice "...Juguetones pasearon y no volverán jamás" (Al final de cada Post). Luego, hacer el comentario en el campo "Haga su comentario", eligiendo la opción "Otros" y completando con su nombre así sé quien escribió. Después, para finalizar hacen un click en el botoncito colorado que dice "Publicar comentario" [·]

Otro tema, por favor no dejen de ver este video

15 septiembre 2007

Un Pasito Más

La cosa va más o menos así, en uno de estos dias que llovió. No me acuerdo cual, creo que un Lunes...
Durante el fin de semana me había olvidado que bien se sentía levantarle la mano cual nazi saludando a Hitler para que pare. Para que te ensucie toda la ropa con el agua de cordón estancada con aceites de varios tipos, mugre de dudoso origen y restos de pañal de bebé. Pero bueno, aburrido de esperar el día en que me digne a sacar el registro, toleré una gran mancha de aceite sobre un Levi's de 140 pé. "Calma Chulian, calma".
Como todo mortal, me subo, pido que me cobre, pongo la adena en la maquina y espero a que la gate keeper con seis ejes me lleve hasta mi destino. Insisto en dos cosas:
La primera, es que los colectiveros desconocen por completo la ley primordial de la física. Esa que dice que dos objetos no pueden ocupar un mismo espacio. A la vez, me juego la cabeza en que dentro del examen para entrar a laburar, la manera de pronunciar "Arriba! Un pasito más" puede llegar a darles un ascenso en la empresa.
En fin, ya van dos viejas que me tocan el bulto y busco donde sentarme. Por supuesto no hay lugar ya que la linea 707 y esos vehículos del demonio, primos nietos de lucifer y engendradores de todo tipo de enfermedades mentales tienen 20 asientos y están todos ocupados por gente en el limite de la tercera edad y la 5ta dimensión. Algo extraño, sí. Me siento como paseando por el limbo. Creo que si los mirás de coté podés ver un espejo de la realidad bastante bizarro, o podés verles la ropa interior a las mismas viejas que me manosearon el bulto hace unos metros, pero no quedarias en pie para contarlo. Al menos, no es algo que quiera recordar ni compartir con mis amigos.
El viaje de ida concluye con dos manchas de aceite, las zapatillas tan mojadas como para mantener a Willy vivo por algunos años, y mis ganas de quedar detenido por manejar sin licencia antes que volver a subirme al 707.
Concluye la jornada facultativa, y me dispongo a regresar a casa. Como todo ser humano sedentario, tiendo a volver a casa por refugio, más especificamente a seguir leyendo ylaconchadelprimerparcial.
Luego de esperar aproximadamente 40min, que es más o menos lo que tardan mis alumnos con problemas de amnesia temporal en cerrar una ventanita de Word.
Llega el 707, la lluvia caía cual flechazos de Patoruzito. (todavía no estoy muy seguro de esta comparación). Mi cara de enfermo psicótico hace temblar a otra vieja degenerada. NO TENGO MÁS GANAS DE QUE ME SIGAN MANOTEANDO EL BULTO. El bondi está a unos metros, me agarro de la manija del colectivo. Este no solo que no se detiene del todo, sino que venia arrastrando al menos 22 viejas desde el Puente Saavedra.
Con mi ultimo esfuerzo había logrado subirme al colectivo y otra vez depositando el gold en la maquinola me doy cuenta que esta vez sentarme iba a ser realmente imposible, asi que decidí quedarme ahi y no dejar pasar a nadie por que soy bien polenta.
Me encontraba haciendo equilibrio para no caer y evitar que los viejos me apoyen. En ese momento el bondi arriba a la esquina más concurrida de Martinez: Alvear y Sta. Fe. Fue en esa parada que una variedad de personas con defectos que me encantaría relatarles uno por uno se subió. Pero hay uno que particularmente me llama la atención. Era un horco de no menos de 300 kgs. Subió trepando y logrando que el bondi practicamente quiera jubilarse. hacerse fitito o bien, ponerse a vender cartones de "La Solidaria".
Al grito de "Muevanse un poco locooooh" este ser humano de proporciones geograficas empiezó a caminar hacia el fondo, y con esa panza que seria más facil ser encontrado en el desierto del Sahara que en esos plieges de trigliceridos, termina apoyándome. Sí, no les quiero mentir. Aproximadamente 230kg en mi espalda, culo, y rodillas, haciendome perder todo respeto por lo que puedo llamar ser viviente. Despreciando todas las maravillas que un cuerpo humano puede brindar, prácticamente sodomizando todos mis instintos y haciéndome tan vulnerable al punto de querer entrar en un coma tirandome de palito.
Luego de varios pozos, y al ritmo de la Oreja De VanGogh "Mientras yo te esperaba con la carita empapada, que llegaras con rosas.. (Voces de Peteras: con mil rosas para mi)... ". Este cretino empieza a desprender un hedor tan sofocante que las 40 personas que veníamos en ese colectivo prefeririamos estar en Vietnam con Forrest Gump o perdernos en la eterna búsqueda de las cejas de Lydia Lamaison.
Con una pulcera de goma en su muñeca derecha que tenia la inscripcion de "Puto el que lee", completamente protegido por una armadura de algodon forjada por todos los Dioses, un buzo que decía "Florida". Tal como mi foto de cuando era pequeño. Completamente mojado frotando su espalda en mi osamenta. "Me quiero bajar. El olor a chivo del amigo está a punto de aniquilarme".
Para la fotuna de los 40 que veníamos contaminando nuestros sistemas endocrinos con su hedor, "Florida" empieza a empujar gente para por fin, descender del colectivo. La felicidad que se percibió en ese colectivo cuando se bajó solo es comparable con un Super Mega Fuckng Carita de .
Empezaron a salir plantas por todos lados, las flores tomaron color y se abrieron. Las ancianas rejuvenecieron y las jóvenes se volvieron bailarinas de palo enjabonado. Los bebés dejaron de llorar y empezaron a cantar canciones de Keane. El chofer terminó el secunadario, y ahora es ingeniero biomolecular en una empeza re grosa. Yo, por mi parte, decidí que si es necesario perder el empleo, morir como un sim en mi cuarto, o ser como los dueños de Google, lo haré, pero jamás, voy a volver a viajar en el 707.

PD: 707 Cartel rojo. Supongo que es una advertencia, una señal evidente que nunca voy a entender.

11 septiembre 2007

Antes que nada, quisiera saludar desde aquí a los docentes. Eso incluye a mi madre, a mi hermana menor y en alguna medida, también a mí.
Si bien no hay ningún título que me avale. Si bien el 90% de las veces siento que es más lo que aprendo de cada uno de mis alumnos que lo que puedo enseñar. Incluso a veces tengo ganas de asesinarlos cuando me preguntan algo que ya saben. Pero en serio, este aprender constante es algo impagable.
Incluso hoy recuerdo la 1º vez que di una clase de francés, allá por el año 2005. El aula fue el living de casa y los alumnos fueron Alejo y Gonzalo. Dos personajes que a fuerza de golpes, aprendieron.
Si hago un recuento, entre alumnos de computación y de francés ya son como sesenta personas distintas que tuve el gusto de conocer y de instruir en algo que más o menos sé. No sé, es raro. Todavía me suena extraño y a veces me choca cuando las voces me llaman Profe.

Bueno, nada más por este Upload. Simplemente dejarles un tema hermoso de 7 seconds of love, desearles un felíz dia a los maestros hoy. Ah, y quiero tambien agradecer a todos los que me siguen acompañando en estos momentos. Ustedes, mis amigos, también son mis maestros.

29 agosto 2007

Turismo de Aventura

Rencores aparte, la mejor noticia del día llegó pasadas las nueve de la noche en el aula 15 de la UBA con sede en Martinez: "¿Cortamos a las diez hoy?". Segunda semana consecutiva que nuestro estimadísimo profesor de economía, más conocido como "Hoy nos vamos antes" anunciaba gozozo el fin de la interminable jornada de miércoles (Literalmente hablando...sino fijénse en un almanaque qué día es hoy).
Cagándome de frío y con el último restito de puchos en el paquete que me quedan hasta mañana superé vientos, ganas de mear, de hacerle el amor incansablemente a una compañera y, bondi de por medio, arribé a la estación de Acasusso.
Llevo ropa de oficinista, y no es que acabo de violar en el subte a una secretaria de microcentro con piernas esbeltas y uñas bien arregladas. No solo porque en provincia no tenemos trenes subterráneos, sino porque además, mi abogado me lo prohibió. Evidentemente me estoy volviendo un tipo serio. Mis ojos van posados fijos sobre un libro un tanto Marxista, mis orejas están completamente cubiertas por el plástico de los auriculares y mi gorrito navideño. Entiendan que salir de Beccar tan temprano y con estos "calores" a las 8 de la mañana hacen que uno tenga que recurrir a cualquier medio para cubrirse la capocha. Mi gorrito hippón estaba lavándose al comienzo del día, con lo cual mi unica opción para evitar el freezingbrain se vio acotada a un gorrito de papá noel comprado para la ocación. Con toda esta descripción solo queda pensar en lo maravilloso que va a ser el viaje de vuelta en este hermoso tren. u2 al mango, un buen libro entre mis manos, Pero...
Siempre un pero. A veces ignoro la posibilidad de fijarme bien en los lugares a los que acudo. Escuché el tren venir, noté la vibración del andén cuando las puertas se abrieron y me introduje en lo que sería un viaje muy placentero. Al menos, los 10 minutos que me separan con mi estación de destino.
La luz, por demás escasa y la atenta mirada sobre mi osamenta por parte de un compañero viajante me puso en duda. Todo lo que tengo que hacer para saber que está ocurriendo es despegar los ojos del libro, levantarlos lo suficientemente suave como para no incomodar a nadie al hacer contacto visual pero lo suficientemente rápido para distinguir alguna cara conocida. Pero la luz, escasa como nunca me lo impidió. La puerta se cierra bruscamente y ya estoy aquí. Por fin levanto la cabeza y ahí lo noté.... ¡LA CONCHA DE LA LORA ME METÍ EN EL TREN DE CARTONEROS!
No solo con esta pinta, no solo con el gorrito navideño, no solo con mi hijo nuevo colgando de mis oidos, sino que además llevo puesta una camiseta DE BRASIL porque es abrigadita y evita que se me marquen los timbres con el frío matinal. Ruego que nadie la note. A esta altura u2 no suena más y se escucha a Sabina cantando "Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido". Sabias palabras, don Joaquín.
Quizás si digo que soy el hermano de Gastón Pauls me perdonen la vida, no se queden con mis órganos y no se disputen la escritura de propiedad de mi culo y mi garganta. Dos muchachos insinúan que me van a culear y a matar, quizás no en ese orden.
Un olor raro se percibe en el ambiente. Evidentemente a esta centena de desocupados no le agrada mi presencia. Con cada grito de mis nuevos compañeros que cuestionan mi sexualidad y mi expectativa de vida sólo me acuerdo de aquella vez en el tren fantasma.
-Este tren no para hasta Capilla del Monte, papito sentencia un viajante. Pedir auxilio, socorro, o bien intentar dialogar con un maquinista no es algo en lo que me destaque.
Listo, yo que justo ayer hablaba con mi hermana sobre mi seguro de vida. Menos mal que ya tengo todo el papelerío en trámite. Hasta imagino el lado bueno de las cosas, ya que la primogénita de la familia dijo que con esa plata se iba a operar las gomas. Bien por ella.
Beccar se avecina y el tren no planea frenar pero yo, que después de un día completo rodeado de riesgos y de ilegalidad, tomo coraje, inflo el pecho y -Mp3, gorrito navideño y libro ya guardados en la mochila- me arrojo por una ventana. Solamente me raspé un poco el cuerpo. Lo que también tengo raspado es el cerebro y no por culpa del golpe. A partir de hoy me autoproclamo Idiota Nacional. Y no, no por no fijarme en qué tren subirme, por algo mucho peor... fue por no fijarme bien donde tirarme! Al momento de aterrizar con mis manos en el áspero andén me dí cuenta que mi bongee jumping tercermundista había sido una estación después. Victoria y su gente NO top me miran con asco. Mi primer movimiento antes de emprender la caminata que me lleve hasta mi hogar es sacudirme el polvo... maldito acosador, hubieras apuntado para otro lado. Este jean es nuevito.

18 agosto 2007

Chancleta

Todos alguna vez soñamos en convertirnos en una estrella de algun deporte o de destacarnos en algo. Siempre el motivo, en el caso de los hombres, es el mismo, poco original, que se repite de generación en generación y que nos convierte en seres sumamente predecibles: levantar minitas. Desde pequeños, ya en el jardín de infantes desafiamos todos los limites pateando la caja de crayones, pinturitas o lo que fuera para lograr al menos una tímida sonrisa de nuestras compañeritas.
Mi experiencia personal con los deportes es un tanto complicada.
Para empezar, jugué al futbol tanto en los recreos durante la primaria, como en el club del barrio. No recuerdo que en alguno de los dos lugares alguien me tuviera en cuenta. No solo porque no me reconocían ni les gustaba que yo sea el 4 mejor cotizado de la historia del futbol amateur, sino porque además era malísimo. De los 3 partidos que llegué a jugar en la liga barrial, en dos fui expulsado. Pasaba que mis rollitos demás y mi falta de habilidades en el sagrado arte del balonpié me convertían en solo un objeto que los delanteros tenían que esquivar. Era así que yo esperaba con las gambas abiertas, el corazón ansioso y el culo lleno de preguntas, que me tiren un caño para luego, darme vuelta y hacerles un tacle francés. De esa manera, el árbitro me expulsaba, mis compañeros me escupían, y mis hermanas se cagaban de risa de mi infortunio. Mis compañeros solían llamarme "Aldo", ya que estaba Aldo-pe en la cancha. Cansado de que el éxito no me llevara a ningun lado, a los 12 años decidí mejor dedicarme a otra cosa.
Natación: Desde los seis hasta los dieciseis años nadé en distintos clubes. Algunas temporadas compitiendo, otras no. Algunas veces agarrandome calambres en la zona profunda de la pileta, lo que me tenía preocupado por partida doble: La pierna, y no morir ahogado como un idiota en cinco metros de profundidad. Algunas veces entrando en la pileta con mi blanca palidez, digna del Conde Chócula que haría temblar hasta el más malo. Lo que pasa es que mi figura sin ropa no es algo que atraiga a las damas. No solo por mi palidez ya mencionada, sino por mi cintura, rollos, y patitas de tero peludas, lo que no explica por qué tantas figuras geométricas si dividieramos mi cuerpo en partes. (sí, chicas, estoy soltero). El punto máximo de mi conflicitva, hermosa y duradera relación con el agüita llegó en Diciembre del 2005. Después de un año y medio de entrenar de Lunes a Sabado seis horas diarias, estaba dispuesto a rendir el examen que me habilite como Guardavidas. La mala noticia llegó con un cambio de la legislación a último momento que impedía que un menor de 18 años pueda dar el examen. Yo tenía 16 por aquel entonces y me sentí practicamente violado. No por el examen, sino porque había un viejo que lo pesqué en reiteradas oportunidades mirando fijatemente a la beluga bebé que vive entre mis dos piernas. Fue así que decidí mejor dedicarme a otra cosa.
También jugué al voley y a antes de cumplir quince años, debuté en primera. Dejé en marzo del 2004 cuando jugando con mi club, un adversario tuvo una fractura expuesta a menos de medio metro de mi persona. Hecho que dejó secuelas imborrables, ya que a partir de ahí empeze a gritar mucho. Grité salvajemente hasta que me quedó un hilito de voz en la garganta. En esos momentos aprovechaba para jugar al Yo-Yo con mi propia cabeza los sabados a la mañana mientras escuchaba a Alejandro Sanz, o a Miguel "Conejito" Alejandro. Lo dificil era no chocarme la cabeza contra los muebles.
También intenté jugar al Béisbol, pero ese nunca lo entendí. Al momento de enseñarme a jugar, me explicaron que era "Muy similar al 'Quemado'". Me pregunto en qué se parece este juego por demás norteamericano al clásico entrenimiento infantil. Jamás comprendí si eran similares en la parte en la que uno le apunta a la trompa del contrincante siendo que este no es de nuestro agrado, en la parte en la que uno pone la cabeza para que a la señorita de nuestro interés no le pegue el bochazo que la deje fuera del juego, o en la que se agarra la bolas porque fue víctima de un golpe malintencionado de algun guanaco del otro equipo. No lo sé. Sigo mirando Béisbol y no lo entiendo. Como tantas otras cosas en la vida que miro, vivo y no comprendo. Como que a una abuela con Al Zehimer le intenten hacer memorizar el significado de los números de la Quiniela.

Ahora, luego de dos años ininterrumpidos de inactividad, un atado de Camel por día y mucha cerveza los días de descanso, puedo afirmarles que el deporte mundial se perdió una gran estrella. Sí, señoras y señores, yo hubiera sido un excelente Jockey... de haber medido cuarenta centímetros menos de los que mido actualmente, haber tenido un padre dueño de un Stood y ser retrasado mental.

Ok, con la última cualidad quizás sí dé con el Target.

06 agosto 2007

AtendeMe

Recuerdo haber tenido muchisimas conversaciones con diversos clientes a lo largo de mi estadía en una empresa, en la que oficiaba de Tech Support. Había un cliente, seguramente un hombre grande no muy dado con las artes de la informática. O por lo menos, menos dado que yo. Llegaba a llamar entre cuatro o cinco veces... por la mañana, y otras tantas por la tarde. La ventaja era que por la mañana generalmente estaba de buen humor, pero tambien estaba con más energía para preguntar más pelotudeces. No es que me molestaran sus inquietudes, sino que el sujeto pensaba que todo lo que ocurría dentro de su monitor era responsabilidad de la empresa de Web Hosting.
El colmo llegó cuando nuestro amigo decidió comprar un equipo de telefonía IP (teléfono por internet, basicamente).
Voy a hacer memoria e intentar transcribir una conversación con este sujeto.

-Buenos días, ¿En que lo puedo ayudar?
-Soy X, de X.com.ar... ¿Me escuchás?
-Sí, digame. ¿En que le puedo ser útil?
-Mirá, me mandaron toda la lista de los códigos de las ciudades para el teléfono pero... No están todas las ciudades de México...
-Le explico: originalmente el servicio está pensado para la Argentina, EE.UU y España. El resto de los códigos que nosotros le otorgamos son a modo de cortesía.
-Ah, ¿Y no te puedo cambiar una ciudad por otra?
Mi yo interior: ¿Vos te pensás que esto es un Mc Donalld's la concha de tu hermana?
-No, las ciudades no se pueden cambiar. Al menos no por el momento.
Luego de que me haga una serie de preguntas boludas, intenté a ayudarlo a usar dicho teléfono. Pero era él. Cualquier cosa podía esperarse de ese sujeto. Cuando le pregunté cual era el error que veía en la pantalla se puso a contarme las teclas que veía: "tengo el 1, el 2, el 3... hay una teclita verde, tambien...". Demás está decir que para esos momentos yo apretaba MUTE y me cagaba de risa.
Otra vez, recuerdo que luego de estar media hora puteandome por teléfono porque no podía recibir correos ni acceder a su sitio, se acordó que no había pagado la boleta de Fibertel. Le devolví las puteadas en mi mente y le corté con un "No hay ningún problema, quédese tranquilo".

La ultima de este chabón:
Más de media hora por reloj bombardeandome a preguntas que yo ya le había respondido por mail, mi brote de ira psicótico llegó cuando, insultandome, me preguntó:
-Me estoy yendo de viaje a España
MI yo interior: NO VUELVAS HIJO DE PUTA
-Ajam...
-Y estuve averiguando para ir a disparar un poco, quise entrar a una página de un polígono de tiro y no puedo entrar... ¿Se puede saber por qué no funciona?
Mi yo interior: TE MATO
-Mire, X, ese sitio no esta hosteado con nosotros asi que no sabría decirle el motivo.
-Ah, por que yo llamé, me atendió un gallego divino y me dijo que la página anda bien... ¿me lo podrás arreglar?
-Le explico, nosotros somos proovedores de WebHosting, no de Internet. Sinceramente no sé por qué no puede visualizar correctamente el sitio y tampoco sé como ayudarlo...
-¿Y no podrías mirar así lo solucionas?
Ahí le corté el teléfono. Sin duda el punto máximo de mi relación con este buen hombre llegó el día que le dije que no podía usar el telefono hacia México, excusando que "Es culpa de Canadá". Fue la ganzada más grande que le pude haber dicho a alguien. Es como que no te salga agua por la canilla de tu casa y que la excusa sea que andan mal los radares del Aeropuerto Nacional de Kingston, en Jamaica. Como estas anecdotas tengo un montón y sirven de relleno para no abandonar tanto el blog.

Amolos a todos en este momento. De verdad. GRACIAS.